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Sesenta años del Explorer 1, el primer satélite norteamericano

El 31 de enero de 1958 Estados Unidos ponía en órbita su primer satélite, el Explorer 1. Casi cuatro meses después del Sputnik 1, y después del lanzamiento de una nave mucho más compleja, la Sputnik 2 con la perra Laika a bordo, los americanos logran romper la nueva frontera.

El lanzamiento del Sputnik 1 el 4 de octubre de 1957 supuso un tremendo shock en Washington, donde no se creía que los rusos pudieran estar tan adelantados como para intentar una puesta en órbita. Tanta fue la sorpresa que Estados Unidos no tenía ningún satélite diseñado, y el Explorer 1 fue un “crash program”. Los equipos del Jet Propulsion Laboratory de la NASA trabajaron día y noche  bajo el mando del Doctor William H. Pickering, y construyeron el Explorer 1 en menos de tres meses. La carga científica fue desarrollada por James Van Allen.

A pesar de ser un ingenio bastante rudimentario, el Explorer 1 descubrió una zona de partículas cargadas magnéticamente generadas en los polos, que desde entonces se conoce como el cinturón de Van Allen. El principal instrumento científico era un detector de rayos cósmicos, y el satélite llevaba sensores de temperatura, y equipo diseñado para detectar colisiones con micrometeoritos.

El Explorer 1 fue lanzado mediante un cohete Jupiter C,  una conversión del misil balístico Redstone,  derivado directo de la V2 alemana, diseñada por Wernher von Braun en los años de la Segunda Guerra Mundial.

El satélite entró en una órbita excéntrica que iba de 354 a 2.515 kilómetros, y realizaba 12 órbitas competas a la Tierra cada día, a la vez que giraba sobre su eje a razón de 750 vueltas por minuto, lo que mantenía sus antenas completamente extendidas.

Las siguiente evoluciones tuvieron diferente nivel de éxito. El Explorer 2 se perdió al estallar su cohete lanzador, pero el Explorer 3 le siguió el 26 de marzo de 1958 y completaron con éxito sus respectivas misiones. El Explorer 1 agotó sus baterías el 23 de mayo de ese año, y el Explorer 3 permaneció en órbita hasta el 31 de marzo de 1970, cuando se incineró al contacto con la atmósfera terrestre.

EXPLORER 1, EL PIONERO

Cutaway Explorer 1

En 60 años los progresos han sido inimaginables gracias a aquellos pioneros. Nuestra forma de vida depende en gran parte de tecnologías desarrolladas para los programas espaciales. Baste como ejemplos más visibles las comunicaciones vía satélite, las ayudas a la navegación de aviones barcos y automóviles, o los mapas meteorológicos. Pero además, muchas tecnologías de materiales desarrolladas para el espacio han sido adaptadas para producir elementos para automóviles, tejidos especiales, electrónica, medicina, etc.

Como ejemplo de Spin Off espaciales podemos citar los cristales anti rayas, o las células fotovoltaicas. Sin embargo, otras cosas que se atribuyen al programa espacial, como el Velcro, el teflón, los códigos de barras, los relojes de cuarzo o el microchip, fueron utilizados, pero no inventados dentro del programa espacial.

Desde aquí nuestro homenaje a los equipos que trabajaron en condiciones a veces precarias, donde el ingenio y la capacidad de reacción ante situaciones inesperadas supone el éxito o el fracaso de su proyecto. Hoy en día este ejemplo lo encontramos en las start-up tecnológicas, llenas de ideas, ilusión y trabajo, y donde se forjan los elementos que cambiarán nuestra forma de vida en los próximos 60 años.

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