Tom Enders, consejero delegado de Airbus ha anunciado en una carta a los empleados de la compañía que las investigaciones por corrupción, iniciadas por denuncias de la propia Airbus, podrían tener un alto coste económico para la compañía,
Los controles internos de Airbus Group detectaron en 2016 que en algunas licitaciones y contratos los representantes de la compañía no habían actuado éticamente, ofreciendo o pagando sobornos en algunos países para lograr los contratos. Ante ello, la misma dirección de Airbus Group decidió denunciar estas actuaciones. La mayoría de los casos detectados habían sido contratos militares en la época que Tom Enders encabezada esa división de Airbus, aunque también hay sospechas de que parte de los algo más de 100 millones de euros pagados en «comisiones» en paraísos fiscales también podrían haber ido a facilitar contratos de la división comercial de Airbus Group (antes EADS).
Ahora, Tom Enders, consejero delegado de Airbus ha enviado a los empleados de la compañía una carta, a la que ha tenido acceso Fly News, en la que les alerta que esta actuación «Esta era la forma correcta de proceder, la única que está en línea con nuestros valores, estándares éticos, normas de cumplimiento y responsabilidades legales, y lo hicimos así con el total respaldo de nuestro Consejo de administración» -señala Enders en su carta- podría tener un importante coste de desgaste.
Enders comienza su misiva avisando de que pronto habrá novedades sobre estas investigaciones de corrupción «Al parecer es inminente la publicación de una nueva oleada de noticias en los medios relativas a nuestros problemas de cumplimiento y a las investigaciones que están en curso. Este hecho no debe sorprendernos y con seguridad tendremos más episodios como este en el futuro«. y también señala: «Conforme se desarrolle el proceso, probablemente nos tendremos que enfrentar a más noticias en la prensa, imparciales o no, a filtraciones y a intentos de desacreditar a la alta dirección por parte de personas con intereses particulares, mediante la difusión de falsas acusaciones. Dicho de otro modo, preparémonos para un periodo de confusión y turbulencias«.
Pero también les confirma que aunque el consejo de dirección ha reiterado su confianza en él mismo y el el consejero general John Harrison «para que nos dirigieran en este proceso hasta su resolución«, la solución no será rápida y podría tener un alto coste económico: «Este proceso va a ser largo y puede tener consecuencias graves, incluyendo multas de consideración para la compañía«.
Enders termina su carta a los empleados pidiendo su confianza y apoyo incondicional y seguir trabajando duramente sin hacer caso a lo que se publique: «¿Qué podéis hacer vosotros en esta situación? Ante todo, apoyar a la alta dirección y al consejo y confiar en que estamos actuando de la forma correcta. En segundo lugar, no hacer caso de bravatas simplistas o nacionalistas, no participéis en la búsqueda o en la difusión de rumores. En tercer lugar, concentraos en vuestro trabajo. ¡Tenemos muchos retos por delante! Como diríamos, siguiendo la gran tradición británica: ‘keep calm and carry on’, mantengamos la calma y sigamos adelante. Si lo hacemos así, si nos mantenemos unidos y continuamos trabajando como un equipo, estoy seguro de que saldremos de esta crisis con una compañía mejor, más fuerte y más competitiva. ¡Gracias por vuestra confianza, vuestra lealtad y vuestro gran trabajo!«.
A estos casos de corrupción se suma la denuncia en Austria por el contrato de venta de aviones Eurofighter a la fuerza aérea de ese país, caso en el que se acusa directamente a Enders de haber estado detrás de las irregularidades del mismo. Esta venta podría ser un caso más dentro de los que Airbus denunció a las autoridades británicas.
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