Sepla Iberia pone sobre la mesa un posible laudo como única vía para acabar con la huelga

Justo Peral, jefe de la sección sindical Sepla-Iberia ha manifestado hoy, durante la segunda jornada de huelga de las previstas hasta el próximo 30 de julio, que la única salida al conflicto que enfrenta al colectivo de pilotos con la compañía será un laudo arbitral.

El jefe de la sección sindical de Sepla Iberia ha realizado hoy esta afirmación en un encuentro con la prensa durante el segundo día de paro convocado por el sindicato de pilotos, que contempla un total de 30 jornadas de huelga hasta el próximo 30 de julio por la creación de Iberia Express. Justo Peral ha dejado claro que la falta de comunicación entre la actual dirección de Iberia y el colectivo de pilotos no tiene visos de arreglarse, y que sólo un laudo del Gobierno podría aportar una solución, como ya ocurrió durante el conflicto de 2001.  

Justo Peral ha vuelto a insistir en que es la dirección de Iberia la que ha roto cualquier vía de diálogo con los pilotos, lo que obedece, según el jefe de la sección sindical de Sepla Iberia, a una estrategia definida dentro de IAG para desmembrar Iberia y convertir a la aerolínea española en la low cost de British Airways en el sur de Europa, con el objetivo de hacerse con el importante tráfico intercontinental de Iberia hacia LATAM y una infraestructura de primer nivel en Europa, la nueva T-4 del aeropuerto de Madrid-Barajas, «que ha sido pagada por todos los españoles y que puede ocasionar un conflicto entre los gobiernos de España y el Reino Unido», ha manifestado Peral.

En este sentido Justo Peral ha afirmado que tanto Antonio Vázquez, presidente de la compañía, como el  consejero delegado, Rafael Sánchez Lozano, actúan al margen de lo que es bueno para Iberia, y están ejecutando un plan definido en el seno de IAG que contempla la desaparición de Iberia. Justo Peral ha puesto como ejemplo el cierre de cuatro de las rutas internacionales que Iberia ha puesto en marcha en los últimos  años, como Córdoba  en Argentina, Recife y Fortaleza en Brasil y el próximo 20 de abril Johannesburgo. Según Peral, la apertura de una nueva ruta cuesta entre 30 y 40 millones de euros, lo que significa que el cierre de cuatro rutas internacionales supone un coste de 120 millones de euros, el ahorro que la compañía espera conseguir con Iberia Express hasta el año 2015.

Además, Justo Peral ha vuelto a insistir en que no hay ninguna disposición de la actual dirección de Iberia al diálogo, como ha quedado demostrado tras la ruptura del arbitraje propuesto por el ministerio de Fomento. Preguntado sobre el futuro de Iberia Express, Peral ha vuelto a insistir en que será un fracaso, adelantando el año de 2015 como la fecha de quiebra de la compañía. El argumento del jefe de la sección sindical de Sepla Iberia es que la estrategia de Iberia Express pasa únicamente por un reducción de los costes laborales, sin tener en consideración otros como la evolución del precio del combustible o las tasas aéreas. Según Peral, Iberia Express, según está planteada, no tiene el volúmen suficiente como para rentabilizar la operación.

Peral ha vuelto a afirmar que la oferta de Sepla mejora considerablemente las condiciones laborales de la nueva Iberia Express, manifestando que la reducción del salario de los pilotos que ha propuesto el sindicato es del 50 por ciento respecto al salario actual de los pilotos de la compañía. 

Por último, y siguiendo con el clima de enfretamiento entre dirección y pilotos, Peral ha tachado de «torpe»  a la actual dirección de Iberia, poniendo como ejemplo las declaraciones que ayer realizó Juan José Hidalgo en lo relativo a la política de renovación de flota: «El presidente de otra compañía española –ha manifestado Justo Peral- ha dejado claro las intenciones de la actual dirección de Iberia, cuando ha afirmado que mientras Air Europa va a operar el avión del futuro, el B-787 Dreamliner, Iberia incorpora a su flota de largo radio los aviones que van a ser sustituidos en Air Europa». En este sentido, Peral ha llegado a afirmar que parte del pedido  de IAG de 24  B-787 iban, en principio, destinados a Iberia, pero que ahora, y en lo que es una estrategia clara de destrucción de los activos de la aerolínea española, estos aviones sólo operarán con los colores de British Airways.

Peral ha vuelto a insisitir que mientras British ha anunciado un plan que contempla la creación de miles de puestos de trabajo, Iberia está poniendo en peligro más de 8.000 empleos nacionales y amenaza con un ERE.