El mercado mundial de drones se situará cerca de los 150 000 millones de dólares en 2036 a medida que las aplicaciones comerciales se expanden, según un nuevo informe de IDTechEx.
Los drones han pasado de ser herramientas experimentales a infraestructura esencial en sectores como la agricultura, la logística, la energía, la seguridad y las operaciones del sector público. Según el informe de IDTechEx «Mercado de Drones 2026-2036: Tecnologías, Mercados y Oportunidades», publicado recientemente, se proyecta que el mercado mundial de drones, que incluye plataformas de consumo, comerciales y de defensa, crezca de aproximadamente 69.000 millones de dólares en 2026 a 147.800 millones de dólares para 2036, lo que corresponde a una tasa de crecimiento anual compuesta del 7,9 %.
Este crecimiento refleja la aceleración de la adopción comercial, la ampliación de las vías de aprobación regulatoria y el surgimiento de operaciones autónomas basadas en datos en múltiples industrias. Si bien la defensa sigue siendo el mayor contribuyente a los ingresos, el sector comercial está experimentando la transformación estructural más rápida, respaldado por regulaciones más claras, la reducción de los costos de hardware y la creciente sofisticación de las cargas útiles de los sensores.
Se proyecta que las entregas de drones comerciales superarán los 9 millones de unidades anuales para 2036, lo que subraya la transición del mercado desde despliegues aislados hacia flujos de trabajo escalables y repetibles.
Agricultura, inspección, entregas y defensa, los grandes impulsores
La agricultura ha entrado rápidamente en la era de la agricultura digital, especialmente en China, EEUU y el Sudeste Asiático. Para 2025, se espera que más del 30 % de las grandes explotaciones agrícolas del mundo utilicen drones para tareas como la fumigación, la siembra y la monitorización de cultivos.
Si bien los drones multirotor dominan la actualidad, las plataformas VTOL de ala fija e híbridas están ampliando su presencia en el mapeo de grandes áreas y las misiones autónomas de largo alcance. La inspección y el mantenimiento, que abarcan aerogeneradores, líneas eléctricas, tuberías y activos industriales, se está convirtiendo en el segmento comercial de mayor crecimiento.

Equipados con LiDAR, cámaras térmicas y reconocimiento de defectos mediante IA, los drones están sustituyendo las costosas y peligrosas inspecciones manuales. A partir de 2025, se espera que los operadores adopten cada vez más flujos de trabajo de inspección automatizados, incluyendo sistemas de drones y análisis basados en la nube. Se prevé que este segmento represente más del 25% de los ingresos por drones comerciales para 2030.
Los drones de reparto también están pasando de las pruebas experimentales a la comercialización regional. Empresas de EE. UU., Europa y China están expandiendo las rutas logísticas de última milla y de medio alcance, impulsadas por mejoras tecnológicas en la carga automatizada, el transporte en cadena de frío y la integración de U-space/UTM. La seguridad pública se mantiene sólida, con drones que respaldan la vigilancia, la monitorización del tráfico, la búsqueda y el rescate, y la respuesta a emergencias.
Mientras tanto, el sector de defensa continúa dominando los ingresos generales del mercado, impulsado por la creciente demanda de drones de reconocimiento, plataformas tácticas y municiones de merodeo.
La regulación está convergiendo
La regulación global de drones está convergiendo hacia marcos armonizados basados en el riesgo. EEUU (Parte 107 y la emergente Parte 108/146), la UE (clases C0-C6 y escenarios STS), el Reino Unido (CAP722) y China han establecido vías más claras para las operaciones comerciales, en particular el BVLOS (vuelos más allá del alcance visual), que será fundamental para la logística de largo alcance y las redes de inspección automatizadas.
Los temas regulatorios clave incluyen limitaciones de altitud de alrededor de 120 metros, registro obligatorio y certificación de pilotos, normas más estrictas para el BVLOS y las operaciones con personas, y sistemas de autorización digital para gestionar el acceso al espacio aéreo.

Al mismo tiempo, la proliferación de sensores está transformando el diseño de la carga útil de los drones. Si bien se prevé que las entregas de drones comerciales se multipliquen por 2,3 entre 2025 y 2036, las de sensores se cuadruplicarán, lo que pone de relieve la transición hacia configuraciones multisensor de mayor densidad.
Para 2036, se espera que muchos drones industriales integren entre 10 y 15 sensores por plataforma, incluyendo sistemas de visión multicámara, LiDAR y radar de alto rendimiento, módulos ultrasónicos, altímetros barométricos y unidades de medición inercial (IMU) redundantes para misiones de alta fiabilidad. Este aumento en la capacidad de detección permite una mayor autonomía, mayor seguridad y perfiles de misión más complejos en todos los sectores comerciales.






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