Vueling afronta su operativiva tras las reuniones con el ministerio de Fomento y la Generalitat catalana con menos retrasos.
Vueling ofertó a las autoridades aeronáuticas españolas cancelar una parte de sus vuelos programados para la temporada de verano y acelerar la contratación de nuevos pilotos y el alquiler de aeronaves para tratar de reducir el gran caos en que se convirtió su operatividad, especialmente en el primer fin de semana de julio. Este plan fue matizado por AESA en la reunión ya que no se consideró que solucionaría los problemas.
En ambas reuniones, tanto la ministra de Fomento, Ana Pastor, como las autoridades catalanas señalaron al presidente de Vueling, Javier Sánchez Prieto, su «enfado» y extrañeza por el echo de que IAG, matrriz de Vueling, no haya hecho nada para tratar de solucionar los problemas, poniendo a disposición de la aerolínea de bajo coste aeronaves y tripulaciones de las otras aerolíneas del grupo.
Con el alquiler de otros seis aviones, el miércoles día 6 de julio Vueling consiguió mantener una puntualidad (retrasos de menos de 15 minutos en la hora de salida) de en torno al 90 por ciento. Ayer, la aerolínea con base en el aeropuerto de Barcelona El Prat justificó parte de los retrasos y cancelaciones como consecuencia de la huelga de controladores franceses del día 5. Otra de las medidas tomadas por la aerolínea ha sido aumentar en 10 minutos, de 35 a 45, el tiempo programado de las escalas.
A este respecto, podemos recordar lo que ocurrió en Spanair poco antes de su cierre. La nueva directiva de la aerolínea decidió reducir el tiempo de escala, lo que terminó llevando al caos también la programación ya que no había tiempo material para absorber, entre vuelo y vuelo, cualquier retraso que se hubiese producido.
Fomento tiene previsto reunirse con Vueling de forma regular para ir supervisando los efectos del plan y cómo piensa afrontar la compañía los picos de tráfico.
Mientras, el sindicato de pilotos Sepla ha anunciado que «Los pilotos de Vueling cederán varios de sus días libres para sacar adelante la producción de Vueling«. Se trata de «uno de los puntos del plan de productividad que presentó Sepla a inicios del verano, y que recupera ahora la compañía para presentar al Ministerio de Fomento dentro del plan de contingencia para recuperar la normalidad«, explican desde el sindicato.
«Este plan puntual supone una cesión extraordinaria que los pilotos hacen de su propio tiempo de descanso, con la finalidad de poder abarcar el exceso de vuelos y rutas que la anterior dirección de la compañía había planificado para este verano. Una vez más, son los trabajadores quienes asumen el peso de sacar adelante la producción de Vueling, trabajando más horas de las estipuladas por sus respectivos contratos laborales. En estos momentos, todos los colectivos de Vueling junto a la nueva directiva están volcados en salvar la situación de la compañía y devolver a los usuarios la confianza en una de las aerolíneas más importantes de España«. continúan explicando desde Sepla.
El comunicado oficial termina señalando que «El colectivo de pilotos confía en que esta situación no se repita en el futuro y que haya más realismo a la hora de planificar la temporada de verano. Sepla confía en la voluntad y diligencia de la nueva dirección de la compañía para que en el futuro las programaciones se adapten a los recursos reales de la compañía, de forma que la solución a los errores de planificación no recaiga en los trabajadores«.
Aun con todo esto, el presidente de Vueling, el 6 de julio, en una entrevista con el diario Expansión explicó que «al planificar, se fijan rutas y a partir de ahí se pone un colchón para imprevistos«, y que la huelga de controladores en Francia «ha dificultado cumplir con lo estipulado«. En la misma reconoció que tras las cancelaciones del día 5 por la huelga francesa, acaecida cuatro días después de que los problemas se convirtiesen en críticos, necesitarán unos cinco días para volver a la normalidad «No tenemos flexibilidad para recuperar ya esos vuelos» declaró Sánchez Prieto.
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