Los componentes del primer Boeing 777-8F comienzan a tomar forma, con la primera entrega prevista para 2028.
Boeing ha dado inicio, oficialmente, la producción del primer B-787-8F en Everett (norte de Seattle, Washington, EE.UU.).
Como es tradicional, un larguero para el ala es la primera pieza en producirse, lo que ha comenzado en el taller de largueros en materiales compuestos, localizado junto a la factoría de ensamblaje de los aviones de dos pasillos de Boeing (salvo el B-787 actualmente). En dicho taller se producen además las superficies externas de las alas y larguerillos.
En el caso del B-777-8F, cada ala tiene los largueros de 33 metros de longitud, y la producción de estos requiere el uso de casi 630 kilómetros de fibra de carbono, con un peso total de 1.134 kilogramos.
Una vez finalizada la producción de estos dos largueros, serán llevados a la factoría principal, donde se unirán al resto de los componentes de cada ala antes de proceder al ensamblaje del avión.
Boeing acumula 59 pedidos desde 2022 para este avión de carga, cuyas entregas, una vez certificado, están previstas para el año 2028, un año más tarde de lo previsto en 2022. Este retraso se debe a la decisión de Boeing de parar temporalmente el desarrollo para que los ingenieros involucrados en el mismo trabajasen en solucionar los problemas de las versiones de pasaje de la segunda generación del B-777 a la que también pertenece este modelo.
El B-777-8F tiene una capacidad de carga similar a la del B-747-400F y unos costes un 25 por ciento inferiores.
Añadir comentario