El Airbus A350 ha regresado a Iqaluit (Canada), esta vez en su versión 1000 para las pruebas de frío extremo.
Un avión debe poder operar en cualquier condición meteorológica, y para demostrar que puede hacerlo en condiciones de frío extremo los fabricantes suelen llevar sus aviones a alguna de las ciudades más frías del planeta, o, en algunos casos, logran acceso a un hangar muy especial de la USAF en la base aérea de Eglin, en Florida (EE.UU.) donde se pueden “congelar” los aviones a hasta menos de 40 grados bajo cero o se pueden “cocer” a más de 65 grados sobre cero. El Airbus A350-900 por ejemplo pasó en este hangar parte de sus pruebas de frío extremo y en Iqualuit (Canadá).
Ahora, la nueva variante del A350 XWB, el A350-1000, ha viajado también a Iqaluit, donde durante cinco días se comprobaron todos los sistemas a temperaturas de entre -28 y -37 grados centrígrados, y además los fotógrafos de Airbus pudieron disfrutar haciendo fotos como la que acompaña a esta noticia con la aurora boreal.
Añadir comentario