El pasado día 5 de mayo el primer prototipo del Embraer KC-390 se salía de la pista durante una prueba. Ahora Embraer ha anunciado que el avión no es recuperable.
El sábado 5 de mayo el primero de los dos prototipos del transporte militar Embraer KC-390 se salía de la pista del aeropuerto Gaviao Peixoto, a unos 275 km al noroeste de Sao Paulo, y en el que Embraer tiene instalado su principal centro de ensayos en vuelo.
El avión al parecer estaba realizando una serie de tomas y despegues, cuando poco antes de las 9 de la mañana hora local abandonó la pista, de 4.970 metros de longitud, por la cabecera 02, deteniéndose a unos 300 metros del final del asfalto.
Embraer señaló entonces que que el incidente se había producido mientras se llevaban a cabo unas pruebas en tierra y que la tripulación abandonó el avión por sus propios medios y sin sufrir heridas.
Personal de Embraer se apresuró a cubrir con plásticos negros el avión, y ahora la compañía ha señalado que los análisis iniciales señalan que el avión y todos sus sistemas funcionaron de acuerdo a sus características de diseño, pero que se habían identificado graves daños en las tres patas del tren de aterrizaje (el tren principal derecho al menos resultó arrancado) así como a la estructura del fuselaje. Fotos del KC-390 tras el accidente muestran deformaciones y roturas en varias zonas del fuselaje, especialmente en el lateral derecho, con arrugas en la sección delantera y roturas en la trasera.
Desde Embraer, al reconocer los daños, señalan que están evaluando el nuevo calendario para continuar las pruebas de certificación, así como transferir algunas pruebas al segundo prototipo y al primer avión de serie, «cuyo montaje está muy avanzado«. También señalan que mantienen su previsión para lograr la Capacidad Operativa Final (la certificación militar) y la primera entrega a la Fuerza Aérea brasileña en el último trimestre de 2018.
El pasado 12 de octubre de 2017 este mismo avión sufrió importantes daños estructurales en vuelo que obligaron a su reparación. Durante una prueba en vuelo a baja velocidad, el avión entró en pérdida a unos 20.000 ft. Antes de que la tripulación lograse recuperarla, el KC-390 cayó pasando por la vertical morro arriba hasta quedar quedar invertido. La tripulación entonces hizo un medio tonel para recuperar la posición normal, ya con el avión a escasos 1.000 pies sobre el terreno. Según algunas fuentes una pieza del equipo de pruebas se soltó de sus anclajes y se desplazó hacia atrás, cambiando el centro de gravedad del avión hasta que quedó fuera de límites, y causando la caída de cola e inversión del mismo.
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