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Seguridad y accidentes

Boeing 787 a revisión los asientos de los pilotos

Los asientos de los piltotos del Boeing 787 tienen varios suministradores. En este de Air Europa se aprecia la posición del control bajo el codo de Juan José Hidalgo.
Los asientos de los piltotos del Boeing 787 tienen varios suministradores. En este de Air Europa se aprecia la posición del control bajo el codo de Juan José Hidalgo.

La FAA ha confirmado su orden de revisar los asientos de los pilotos en más de 800 Boeing 787 tras el incidente del mes de marzo de Latam.

El pasado 11 de marzo, el Boeing 787-9 CC-BGG de Latam, durante un vuelo entre Sydney (Australia) y Auckland (Nueva Zelanda), cuando volaba a 41.000 pies, comenzó un picado, de unos 400 pies (120 metros) que causó heridas a medio centenar de ocupantes, tres de los cuales (uno de ellos una TCP) debieron ser hospitalizados.

En un principio el comandante declaró que de pronto se quedó sin instrumentos, pero que estos volvieron poco después. En diciembre de 2016 la FAA de Estados Unidos había emitido una directiva de aeronavegabilidad para todos los B-787-8 y B-787-9 para que se realizasen varios reinicios de los sistemas eléctricos o al menos de los tres módulos de control de vuelo (FMC por sus siglas en inglés). Si estos se mantenían encendidos por 22 o más días, podían reiniciarse de forma simultánea.

Finalmente se comprobó que esta no había sido la causa del accidente. Este se debió a un problema ya detectado en 2017: el movimiento imprevisto de los asientos de los pilotos por un problema en uno de los controles de movimiento debido a una tapa de seguridad defectiva.

Los asientos, fabricados por Ipeco, como otros muchos, tienen en la parte posterior del respaldo un mando para mover el asiento para facilitar el acceso al mismo. Ese mando está protegido por una tapa para evitar que sea accionado por accidente.

Bien, pues en 2017, Boeing ya había emitido una directiva para que los operadores de los B-787 aplicasen un adhesivo a esta tapa. Esta señalaba que: “Boeing y el proveedor de asientos de cabina de vuelo, Ipeco, informan a la flota del 787 de un problema conocido relacionado con una tapa suelta/desprendida en el interruptor basculante auxiliar. Este interruptor basculante se encuentra en el respaldo de los asientos del capitán y del primer oficial. Si la tapa del interruptor basculante está suelta o desprendida y se cierra la protección con resorte del respaldo del asiento, es posible que el interruptor basculante se atasque y se produzca un movimiento involuntario del asiento”. La directiva explicaba también como detener ese movimiento no previsto, y que Boeing estaba estudiando modificar el manual del avión para incluir este problema.

La Dirección General de Aviación Civil de Chile, encargada de la investigación, dado que la aeronave estaba en espacio aéreo internacional, señaló en uno de sus informes preliminares que ese tipo de movimiento había ocurrido en el asiento del comandante.

Al parecer, al servir la comida a la tripulación, la TCP que lo hacía se apoyó en la cubierta causando el movimiento. El comandante, al moverse hacia delante golpeó la columna de mando con la fuerza suficiente para desconectar el piloto automático. El primer oficial recuperó rápidamente el control deteniendo el descenso.

Ahora, aunque Boeing ya había recordado su directiva de 2017, y que la tapa de ese interruptor debía ser asegurada, la FAA de Estados Unidos  ha lanzado el proceso para publicar una directiva de aeronavegabilidad propia, para la revisión y reparación de las tapas de los asientos de 895 aviones de todas las versiones del Boeing 787 (158 matriculados en Estados Unidos y 737 en otros países). Esta directiva se encuentra actualmente en el proceso de consulta previa.

Según la FAA han recibido informes de cinco ocurrencias de este tipo, dos de las cuales se están investigando todavía, y que la última había ocurrido en junio.

La FAA dará a las aerolíneas con aviones incluidos en esta directiva 30 días para revisar las tapas y tomar las acciones correctivas precisas. Se ha estimado en 4.855 dólares el coste de sustituir cada interruptor defectuoso.