Airbus ha presentado sus alegaciones a la Fiscalía de Viena contra las acusaciones referentes a que los aviones Eurofighter adquiridos por Austria no cumplían con lo especificado en el contrato.
El 16 de febrero de 2017, en una rueda de prensa, el ministro austríaco de Defensa, Hans Peter Doskozil, denunciaba una serie de incumplimientos por parte de Airbus y Eurofighter en el contrato en 2003, para incorporar el Eurofighter a la Fuerza Aérea de Austria. Estas denuncias fueron pasadas a la fiscalía.
Ahora, tal y como se había requerido desde esta, Airbus ha presentado su exposición jurídica de los hechos.
En ella, Airbus declara que los aviones se entregaron tal y como los solicitó Austria. No hubo engaño a Austria sobre la capacidad de entrega y los costes. En su escrito Airbus critica en primer lugar “el muy discutible modo de proceder del ministro de Defensa respecto a las acusaciones y a los juicios de valor de su política informativa como una violación de derechos fundamentales económicos. Las acusaciones del ministro de Defensa y las reclamaciones millonarias por daños realizadas 16 años después de la licitación del avión interceptor y 8 años después de la última entrega de un Eurofighter parecen disparatadas y con una motivación política. Por ello, el ministro de Defensa también habría evitado dirigirse directamente a Eurofighter con las acusaciones antes de acusar públicamente a la compañía. A ello también se debe el intento de soslayar la normativa de prescripción y fundamentar, por medio del constructo legal de un supuesto engaño continuado durante años, la anticonstitucional aplicación retroactiva de la ley de responsabilidad penal para empresas introducida en 2006”.
Según Peter Kleinschmidt director jurídico de Airbus: “Ello atenta de modo flagrante contra la normativa fundamental del estado de derecho y contra los principios constitucionales europeos. Los funcionarios deben respetar los principios de objetividad, veracidad e imparcialidad en sus actividades informativas, sobre todo, en un caso como este, en que el Estado es parte presuntamente perjudicada, acusador y juez. El ministro de Defensa pretende establecer un clima de amenaza para conseguir un beneficio legal que no se puede obtener por un procedimiento ordinario”.
En su declaración pública, el ministro de Defensa realizó dos acusaciones que Eurofighter no tenía en el momento de la conclusión del contrato ni la capacidad ni la voluntad de entregar los aviones acordados; y que los costes de las transacciones de compensación que debía aportar Eurofighter no estaban expresamente especificados en una oferta de 2002. “Por estos motivos, el ministro de Defensa se considera engañado”. Puntualizan desde Airbus.
A este respecto, Kleinschmidt ha señalado que “Estas acusaciones son una construcción y carecen de base legal. Sobre todo, ni hubo engaño ni error:
Según Airbus:
Los aviones se entregaron conforme al contratoL. El contrato permitía desde un inicio que el suministrador entregara, o bien aviones de la fase de fabricación temporalmente anterior, la llamada Trancha 1 (definiendo la obligación de su actualización), o de una fase de fabricación posterior (la llamada Trancha 2).
Las tranchas de producción las establecieron los países productores del Eurofighter (Alemania, España, Italia y Reino Unido). La capacidad de entrega y, naturalmente, la voluntad de entrega siempre estuvo presente. En 2007, tras una reducción de las unidades acordadas de 18 a 15, según deseo de la República de Austria, comenzaron las entregas de los aviones de la Trancha 1. En 2009 finalizaron según estaba acordado. Es por ello totalmente absurdo sostener que el fabricante del avión de combate más moderno de Europa no hubiera querido realizar las entregas a su primer cliente de exportación. “El modelo de negocio de Eurofighter Jagdflugzeug GmbH es justamente la venta de aviones Eurofighter”. Recalcan desde Airbus.
No hubo costes de las transacciones de compensación que excedieran del precio total “sobre este particular trata específicamente el punto 40 de la convocatoria de licitación y, por lo tanto, no podían ser especificados. Además, era conocido por todos que las transacciones de compensación conllevan costes empresariales, que debían estar incluidos en el precio total. El gobierno austriaco en ningún momento durante el transcurso del largo procedimiento de adjudicación solicitó información sobre los costes de las transacciones de compensación, lo que habla por sí mismo” ccomentan desde Airbus, que continúa: “Eurofighter había sido el claro ganador de la licitación técnica y comercialmente, y la suya fue designada como la mejor oferta (incluido el precio de compra). Así lo confirmó recientemente una vez más el entonces canciller federal Wolfgang Schüssel. En junio de 2017 dejó constancia en la comisión de investigación parlamentaria celebrada en Viena que, en el momento de la decisión sobre las ofertas, el Eurofighter era ‘años luz’ mejor que el producto sueco de la competencia. En cuanto a los requisitos obligatorios, el Eurofighter estaba por delante y, en cuanto a los necesarios, muy por delante. Es totalmente erróneo considerar que ambos aviones pudieran operar a niveles similares […] Las transacciones de compensación eran, por supuesto, muy interesantes, pero no fueron decisivas, ya que la decisión final dependía únicamente de la calidad militar del avión y, por supuesto, de un precio adecuado», destacó Schüssel.
Con esto, concluyen desde Airbus, consideran que “a fecha de hoy, con el volumen de transacciones de compensación realizadas ha superado con creces la obligación contraída con la República de Austria, como así lo ha confirmado también el representante del ministerio de Economía, responsable de las transacciones de compensación, ante el comité de investigación del Consejo Nacional”.
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