La esperada «Estrategia de Seguridad Espacial» alemana, publicada esta semana por los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa, detalla las prioridades del gobierno en todos los sectores, incluida la defensa, y cómo se implementarán en los próximos años.
La estrategia ejemplifica el giro que Alemania ha dado en los últimos años, pasando de su postura tradicional contra la militarización del espacio a una posición militar más firme que incluye el desarrollo de armas ofensivas contra el espacio.
La estrategia «establece cómo Alemania ampliará de forma decisiva y rápida sus capacidades de defensa en el espacio. Promueve la integración sistemática del dominio espacial en la planificación de la defensa, en el marco de la defensa nacional y colectiva, contribuyendo así a las capacidades de disuasión y defensa de Alemania, así como a las de sus aliados de la OTAN y socios europeos», explica el documento.
El jefe del Comando Espacial Alemán, el general de división Michael Traut, declaró «habrá importantes programas para mejorar y reemplazar nuestras capacidades actuales de comunicaciones por satélite (SATCOM). En segundo lugar, mejoraremos ampliamente nuestras capacidades de reconocimiento e inteligencia espacial, mediante la incorporación de nuevas capacidades, no solo reemplazando y reforzando nuestros satélites radar o quizás satélites ópticos, sino también obteniendo nuevas capacidades en cuanto a señales desde el espacio».

Además, Traut afirmó que el Ministerio de Defensa desarrollará nuevas capacidades para la detección de misiles vía satélite, ya que Europa no solo se enfrenta a amenazas en el espacio, sino también a la amenaza de misiles balísticos y vehículos hipersónicos. Por lo tanto, esta es una prioridad para los altos mandos y responsables de la defensa nacional, con el fin de proporcionar una defensa aérea y antimisiles integrada, eficaz y creíble. Finalmente, añadió que el Mando Espacial Alemán está trabajando en la creación de sistemas de mando y control más robustos.
Lejos de ser una mera lista de deseos, los ambiciosos planes del Ministerio de Defensa ahora cuentan con los recursos necesarios para llevarlos a cabo tras el anuncio del 25 de septiembre realizado por Pistorius de que Berlín invertirá 35.000 millones de euros durante los próximos cinco años en seguridad espacial.
Los diez “mandamientos” de la nueva estratégia
La nueva estrategia establece diez “mandamientos” interinstitucionales diseñadas para crear una infraestructura espacial alemana más sólida en los sectores civil, comercial y militar.
Estos mandamientos son: mantener, desarrollar y fortalecer la capacidad de operar, proteger y defender nuestra propia infraestructura espacial nacional y europea. Impulsar una industria espacial receptiva, resiliente e innovadora, incluso mediante la adjudicación regular de contratos por parte de clientes nacionales.
Apoyar un sector de investigación activo e innovador. Es esencial lograr la capacidad para realizar operaciones militares espaciales. Asimismo, lograr la capacidad para realizar operaciones cibernéticas y en el espectro electromagnético en el dominio espacial. Reducir las deficiencias de capacidad lo antes posible, por ejemplo, mediante la puesta en común y el intercambio de recursos.
Garantizar la capacidad nacional de actuar con capacidades estratégicas y militares esenciales, reduciendo la dependencia de actores no europeos mediante el mantenimiento, el desarrollo y el fortalecimiento de nuestras propias capacidades de reconocimiento espacial. También se contempla la posible integración de los sistemas espaciales alemanes en alianzas y asociaciones europeas e internacionales, como la OTAN, proyectos y organizaciones espaciales.

Asimismo, la posible incorporación de la infraestructura espacial europea al uso nacional. El desarrollo de la capacidad para establecer el conocimiento de la situación espacial como una tarea cívico-militar, incluyendo la creación de una red de sensores con cobertura global. Desarrollo de normas, reglas y principios para un comportamiento responsable en el marco de las Naciones Unidas.
Estas prioridades se implementarán mediante tres acciones estratégicas, cada una respaldada por una larga lista de subtareas específicas: la primera es «Identificar riesgos y amenazas, y desarrollar opciones de acción»; la segunda, «Promover la cooperación internacional y el orden sostenible»; y la tercera, «Construir la disuasión, fortalecer las capacidades de defensa y la resiliencia».
Por ejemplo, en el marco de la primera acción, el Ministerio de Defensa tiene la responsabilidad de desplegar una red global de sensores para el conocimiento de la situación espacial. Además, las fuerzas armadas deben desarrollar una nueva constelación de satélites para el seguimiento de lanzamientos de cohetes, satélites, plataformas de gran altitud (HAPS) y sistemas de vuelo hipersónico del adversario.
En el tercer ámbito de la estrategia, se contempla el desarrollo de «capacidades técnicas y operativas para restringir o prevenir el uso militar del espacio por parte de un adversario a nivel nacional o en cooperación con socios, incluyendo capacidades de ataque de precisión a larga distancia e hipersónicas». Asimismo, se instruye al Ministerio de Defensa para que despliegue «satélites de vigilancia y protección de baja señal altamente ágiles y naves espaciales reutilizables para inspeccionar e inutilizar los sistemas del adversario».
Además, el documento compromete a Alemania a desempeñar un papel más importante en la orientación de la política y las inversiones europeas en defensa espacial. Alemania está asumiendo una mayor responsabilidad en la protección y defensa de los sistemas espaciales de la UE y trabaja para incorporar aspectos de seguridad y defensa en los programas civiles, según indica el documento estratégico.
Berlín también impulsa que Europa establezca su autonomía estratégica y reduzca su dependencia de actores no europeos (con especial atención al gobierno y la industria estadounidenses) en todo, desde capacidades de inteligencia, vigilancia y reconocimiento hasta lanzamientos espaciales y la futura exploración y explotación de recursos más allá de la órbita terrestre.






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