Saab ha recibido el encargo para continuar los estudios conceptuales de futuros sistemas de combate. No está claro si habrá un sucesor tripulado del actual caza Gripen de la Fuerza Aérea Sueca, o si los estudios en curso conducirán a un ecosistema aéreo de combate compuesto por diferentes tipos de drones.
El trabajo de esta fase incluye el desarrollo del concepto y la tecnología hasta el tercer trimestre de 2026 y una campaña de vuelos de demostración hasta 2027, con un valor aproximado de 243 millones de euros, según el acuerdo actualizado. El programa Koncept för Framtida Stridsflyg (KFS, Concepto para la Aviación de Combate del Futuro) servirá de base para la hoja de ruta a largo plazo de la aviación de combate de Suecia, y definirá cómo se mantendrán las capacidades de combate aéreo del país después de 2040.
FMV supervisa la iniciativa Vägval Stridsflyg (Camino de la Aviación de Combate) para determinar el mejor método para mantener la capacidad de combate aéreo sueca más allá de 2040. Saab y sus socios se centran en el estudio de estructuras de baja detectabilidad, la autonomía en sistemas de combate y capacidades avanzadas de guerra electrónica.
Aproximadamente 270 empleados de Saab participan en cerca de 150 proyectos activos de investigación y desarrollo, y se prevé que el primer demostrador de vuelo esté terminado en 2026, dentro de un programa con presupuesto hasta 2030. El contrato también amplía la cooperación industrial con GKN Aerospace, que está invirtiendo 59,5 millones de euros en su planta de Trollhättan para desarrollar la fabricación aditiva para futuras soluciones de energía y propulsión.

El trabajo actual de Saab en inteligencia artificial, ingeniería digital y sistemas definidos por software se está poniendo a prueba a través del Proyecto Beyond, una colaboración con la empresa alemana de IA Helsing. Entre el 28 de mayo y el 3 de junio de 2025, Saab realizó tres vuelos de prueba del Gripen E en el espacio aéreo civil sueco. En estos vuelos, el sistema de IA Centaur controló la aeronave durante escenarios de vuelo más allá del alcance visual (BVR) contra un Gripen D pilotado por un humano.
La IA ejecutó maniobras de forma autónoma y asesoró sobre el momento óptimo para el enfrentamiento, respetando los límites operativos. Helsing entrenó a Centaur mediante aprendizaje por refuerzo, lo que equivale a unos 50 años de experiencia de vuelo en tan solo unas horas de simulaciones y más de 500 000 horas de vuelo virtual. Estas pruebas demostraron la capacidad de la arquitectura modular de aviónica de Saab para integrar la IA directamente en el software operativo de la aeronave sin afectar la seguridad del vuelo.
Estocolmo realiza estudios independientes
El programa se originó en 2023, después de que Suecia se retirara del programa Tempest, liderado por el Reino Unido, que posteriormente se fusionó con el proyecto F-X de Japón para formar el Programa Global de Aviación de Combate (GCAP). Estocolmo optó por realizar una evaluación independiente.
El nuevo encargo incluye estudios conceptuales para soluciones tripuladas y no tripuladas como parte de un enfoque de «sistema de sistemas», así como desarrollo tecnológico y demostradores no revelados. «Este pedido marca un hito en nuestra colaboración para ofrecer soluciones innovadoras que satisfagan las futuras necesidades operativas de las Fuerzas Armadas Suecas y otros clientes», declaró Lars Tossman, director del área de Aeronáutica de Saab.
Un aspecto más inusual de estos conceptos interrelacionados es el uso por parte de Saab de componentes compartidos entre múltiples plataformas tripuladas y no tripuladas. Esto incluye un concepto de estandarización entre el caza tripulado Gripen E (no furtivo) y una plataforma supersónica no tripulada furtiva.

Saab ha acumulado una importante experiencia en el desarrollo de drones avanzados. El vehículo experimental SHARC (Configuración de Investigación Altamente Avanzada Sueca), de tecnología furtiva, es un ejemplo. El objetivo de este proyecto era diseñar una configuración de dron apto para misiones de ataque, combinando bajo coste y baja firma. El dron realizó su primer vuelo en el año 2000.
También existió el vehículo FILUR (Flying Innovative Low-Observable Unmanned Research), un demostrador de baja firma que voló por primera vez en 2005. Según Saab, el objetivo principal de FILUR era «demostrar la importancia táctica de la tecnología furtiva aplicada a vehículos aéreos, adquirir experiencia y sentar las bases para los requisitos de furtividad de futuros sistemas aéreos y de vigilancia aérea». A estos estudios les siguió la participación en el demostrador UCAV francés Dassault nEUROn.
Decisión sueca en 2031
La investigación de Saab sobre el futuro del combate aéreo se apoya en una modernización más amplia de la Fuerza Aérea Sueca y en los planes de inversión de FMV. La estrategia de defensa del gobierno sueco para el período 2025-2030 establece un gasto del 2,6 % del PIB para 2028, destinando 14.900 millones de euros a la defensa militar, 3.100 millones de euros a la defensa civil. Suecia también ha contribuido con 4.200 millones de euros en ayuda militar a Ucrania, lo que impulsa la necesidad de adaptabilidad tecnológica y resiliencia en el suministro.

Además, Saab y FMV están investigando cómo la IA y los sistemas de combate definidos por software pueden acortar el ciclo de desarrollo. Bajo el marco del KFS, las actualizaciones de software se considerarán el principal motor del crecimiento de capacidades, en lugar del reemplazo de hardware. La arquitectura del Gripen E permite una rápida iteración y recertificación de nuevas funciones en cuestión de días, a diferencia de los procesos de actualización tradicionales que duran varios años.
El programa KFS aplicará estos principios a futuras plataformas, combinando la toma de decisiones asistida por IA, la fusión de datos y la interconexión de sensores para funciones tripuladas y no tripuladas. Las demostraciones previstas entre 2026 y 2027 evaluarán operaciones de combate aéreo autónomas y misiones coordinadas con drones Loyal Wingman. Este enfoque busca validar las tecnologías clave antes de la decisión que el gobierno sueco tomará en 2031 sobre el futuro programa de cazas. Para entonces, el Gripen E servirá como plataforma de pruebas para los elementos de IA, sigilo y guerra electrónica que se incorporarán al demostrador y a las fases de diseño posteriores.






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