Aunque envueltos por el secreto, los sistemas y redes de telecomunicaciones e información del ministerio de Defensa disponen de avanzados equipamientos software y contramedidas para hacer frente a los ciber ataques.
Pero lo que es menos sabido es que también los sistemas de armas están protegidos frente a las agresiones ciber, como es el caso de los aviones, helicópteros y vehículos aéreos no tripulados de todo tipo en servicio en las Fuerzas Armadas españolas.
La responsabilidad máxima de su protección recae en el Mando Conjunto de Ciberdefensa (MCCD), una organización inter ejércitos establecida en febrero de 2013 para “ciber defender cualquier cosa que sea ciber atacable”, subraya el general de División del Ejército del Aire Carlos Gómez López de Medina, fundador y jefe del citado Mando.
Quinto dominio de las operaciones militares, el ciberespacio es “absolutamente transversal y por ello trabajamos de forma coordinada con los Ejércitos de Tierra, Aire y la Armada”. Hay que tener en cuenta que “la organización militar mejor capacitada para defender un sistema de armas que aquella que lo utiliza y explota tácticamente”, recalca el general Medina.
Ese es el motivo por el que, en términos generales, los primeros eslabones de la ciberdefensa se encuentran a nivel de las propias unidades y “nadie mejor que el Ejército del Aire para ciber defender a sus aviones de combate, o que la Armada para defender a sus fragatas F-100”.
En los Escuadrones de Fuerzas Aéreas o las Alas de Caza existen órganos que aportan la ciber seguridad a los sistemas de armas que tienen en dotación. “Cada Unidad cuenta con equipos y programas que le permiten detectar un ciberataque y, en su caso, neutralizarlo”, explica el general. No obstante, en el caso de que el potencial del ciber atacante sea superior a los medios con que cuenta la Unidad agredida, “pedirán refuerzos”.
En la práctica, el MCCD transfiere a los ejércitos y la Armada información actualizada sobre las amenazas que van siendo detectadas, al mismo tiempo que establece planes de adiestramiento para los especialistas en guerra ciber.
Todos los sistemas de armas que están en proceso de desarrollo incluyen criterios de ciberseguridad. En consecuencia, los Requisitos de Estado Mayor que definen sus capacidades ya incluyen una serie de requisitos ciber que deben cumplir.
Pero ¿Qué pasa con los aviones o helicópteros que llevan operativos muchos años? Hace varias décadas, el factor ciber no representaba una amenaza y las aeronaves eran concebidas “desde la perspectiva de la funcionalidad, la fiabilidad técnica y la supervivencia, pero no frente a amenazas ciber, que no existían”, recuerda el general Medina.
Como no se pueden volver a diseñar, la alternativa que ha encontrado el MCCD es trabajar conjuntamente con la DGAM para minimizar los riesgos mediante la puesta a punto de las tecnologías de defensa más avanzadas.
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