Los ministros de defensa de la OTAN se reúnen el 5 de junio en una última reunión ministerial antes de la gran cumbre anual de la OTAN, que se celebrará los días 24 y 25 de junio, en La Haya.
En La Haya se darán cita los 32 jefes de Estado y de gobierno de la alianza militar, incluido el presidente estadounidense Donald Trump. Dado que la mayoría de los miembros de la alianza gastan ahora el 2 % de su PIB en defensa, el próximo objetivo es el 3,5 % en el llamado gasto directo, es decir, en capacidades militares como tanques, cohetes y municiones.
Según funcionarios de la OTAN y según han publicado varios medios de comunicación, solo España parece tener problemas con el objetivo del 3,5 %, pero se espera que ceda en la reunión ministerial. España es uno de los pocos países que aún no supera el objetivo del 2 %, tras haber alcanzado solo el 1,28 % el año pasado; el aumento del gasto militar presupuestado parece estar estancado por ahora.
El objetivo del 3,5 % no es lo único pendiente de decisión. También debería haber un objetivo de gasto del 1,5 % del PIB en lo que podrían denominarse objetivos blandos, lo que elevaría el gasto total en defensa al 5 % del PIB. Uno de los grandes problemas ahora es qué tipo de gasto se puede incluir en ese 1,5 %. Sin duda, incluiría el refuerzo de la preparación civil y la ciberdefensa, pero los aliados presionan para incluir prácticamente cualquier gasto.
Hay dos cuestiones más que podrían no resolverse pronto, el plazo para alcanzar el objetivo y cómo hacerlo exactamente. Se ha mencionado el año 2032, pero es posible que se retrase hasta 2035, ya que las autoridades afirman que no es realista que todos los países aumenten el gasto en defensa antes de esa fecha, dado el bajo crecimiento y los considerables déficits presupuestarios que deben afrontar.
Existe un duro debate sobre el método para alcanzar el objetivo. La OTAN presiona por un aumento del gasto del 0,2 % anual. Sin embargo, la mayoría de los países no quieren un plan tan detallado y prefieren gastar más cuando hay dinero disponible. Esto significaría que su gasto en defensa podría aumentar considerablemente durante un año en que realicen un pedido importante de tanques o aviones, por ejemplo, e idealmente, se acercaría al objetivo del 3,5 %.
La posición de Estados Unidos parece ser exigir el acuerdo por escrito sobre el 3,5%, y ser más flexible para el 1,5% restante. Pero también hay un gran acuerdo transatlántico por alcanzar. Estados Unidos desearía un gasto de la defensa europea que beneficiase a los fabricantes de armas estadounidenses. Pero con las cadenas de suministro sobrecargadas en Norteamérica, podría tener sentido establecer más producción estadounidense en Europa. En otras palabras: comprar productos estadounidenses en Europa. Pensemos en los sistemas Patriot que se fabricarán en Alemania o en la producción de aviones F-35 en Italia.
Lo suyo , seria comprar aviones Eurofighter , AMD Rafale o SAAB Grippen , por lo menos son mucho mas europeos y es necnologia nuestra , europea , para no depender tanto de EE.UU y hacer funcionar nuestra industria y crear puestos de trabajo . De todas maneras los EE.UU , no son unos aliados de fiar , ya lo han demostrado y lo estan demostrando ahora … !!!