La tendencia reciente hacia el uso de vehículos aéreos no tripulados (UAV) en lucha contra incendios anticipa que su uso será cada vez más común.
El cambio climático ha sido clave en el aumento y extensión de los incendios forestales, con una temporada más larga en que los fuegos son un riesgo. Los drones se están convirtiendo en una herramienta más para luchar contra los incendios; tanto en la extinción como después.
Los especialistas del Grupo Oesía, una tecnológica española con capital 100% privado y español, tienen claro las ventajas de usar estos vehículos, que producen a través de su división Uav Navigation. Esta unidad se concentra en los sistemas de guiado, navegación y control para vehículos aéreos no tripulados.
Miguel Ángel de Frutos, director técnico de UAV Navigation-Grupo Oesía resalta que “los UAV pueden volar largas distancias y equiparse con cámaras de alta definición, sensores de imágenes térmicas y otros equipos; pueden proporcionar una visión en tiempo real de los incendios en el suelo y cómo se propagan. A medida que los costes disminuyen y la tecnología mejora, la adopción de UAV en la seguridad contra incendios evoluciona a una herramienta estándar de extinción de incendios. Sobre todo, teniendo en cuenta lo fácil que resulta su despliegue”.
Los principales usos de los UAV en la lucha contra incendios en la actualidad son el monitoreo y evaluación de la escena del incendio, búsqueda y rescate (SAR) y análisis posterior al incendio y documentación de la escena.
Ya sea en planificación de la ruta de ingreso para acceder a un incendio en un edificio o estructura o la búsqueda de personas en el interior, las imágenes térmicas pueden «ver» a través del humo para ubicar personas y puntos calientes mientras mantiene a los bomberos seguros. Cuando se usan plataformas tripuladas durante tales operaciones, se requieren pilotos altamente calificados debido a la visibilidad reducida cuando se vuela hacia el humo del fuego. Este riesgo puede mitigarse utilizando plataformas no tripuladas pilotadas a distancia o dirigidas automáticamente, lo que reduce el estrés y la fatiga del operador.
Los vehículos aéreos no tripulados pueden ser muy eficientes en términos de requisitos de energía, lo que se vuelve esencial cuando se combaten grandes incendios que requieren operaciones prolongadas.
Por su parte, ya hay organismos que los utilizan, como la Unidad Militar de Emergencias Española (UME), que se centra principalmente en apoyar a los bomberos para hacer frente a las emergencias de incendios forestales. La UME tiene una fuerza de más de 4.000 miembros y utiliza una amplia variedad de vehículos, herramientas y equipos, incluidos los UAV. Entre estos drones, se encuentra el helicóptero UAV español A-800, con control de vuelo de UAV Navigation, que proporciona información a los comandantes sobre el terreno acerca del desarrollo de un incendio y reduce el riesgo para los efectivos sobre el terreno.
Estas aeronaves tienen cámara térmica que proporciona la capacidad esencial para que los bomberos vean a través del humo y controlen los puntos críticos. Curiosamente, también se pueden usar para encender fuegos controlados de forma remota para evitar que los incendios se propaguen.
Por otra parte, la extinción de incendios requiere acciones rápidas, por lo que es obligatoria una solución de control de vuelo fácil de implementar con aplicaciones de alta velocidad. Todas estas características hacen de cualquier UAV/UAS una herramienta muy útil para extinguir un incendio en el menor tiempo posible.
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