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Así fueron las horas antes del despegue del Apolo 11

Foto oficial de la misión Apolo XI.. De izquierda a derecha Neil Armstrong, Mike Collins y Buzz Aldrin (crédito: NASA)

El ingeniero alemán Günter Wendt, llamado por los astronautas el “Führer de la rampa de lanzamiento” fue la última persona en ver a los tres antes de volar al espacio.

Es el día esperado, el día del despegue del Apolo 11, la misión que debe llegar hasta la Luna, lograr que dos astronautas pisen su suelo y conseguir que regresen sanos y salvos a la Tierra. Es el 16 de julio de 1969, son las 04:15 de la madrugaba en el horario de la costa este de Estados Unidos, donde se encuentra el estado de Florida y la base espacial de Cabo Cañaveral.

Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Mike Collins han pasado la noche en las habitaciones del Edificio de Operaciones de Vuelos Tripulados (MSOB) y el director de Operaciones de Vuelos Tripulados de la NASA, Donald Kent “Deke” Slayton, acaba de despertar a los tres astronautas, que se asean y duchan. A las 05:00 se sientan a desayunar un filete con huevos revueltos, tostadas y zumo de naranja, el alimento aconsejado para tener el mínimo posible de restos orgánicos.

En el desayuno del día del despegue estaba presente Slayton, a la derecha, de rojo (Crédito: NASA)

A las 05:30 horas entran en la sala donde se encuentran los trajes espaciales. Cuatro técnicos les ayudan a ponerse un pañal, un dispositivo para recoger orina, sensores para supervisar sus constantes vitales, un mono protector y la escafandra. Para finalizar su atavío, les colocan en la cabeza un gorro con auriculares y micrófono, el casco y activan el equipo portátil suministro de oxígeno.

A las 06:15 salen al exterior del edificio y suben a la furgoneta que les transporta hasta la zona de despegue, donde se yergue el impresionante lanzador Saturno V que les va a transportar hasta las inmediaciones de la Luna.

Son las 06:20 horas y los tres astronautas ya están en la rampa de lanzamiento 39A, toman el ascensor de la torre de lanzamiento y llegan hasta la sala limpia, donde les espera el equipo de apoyo del contratista Rockwell International que dirige el ingeniero alemán Günter Wendt. Allí aguardan antes de entrar uno tras otro en la capsula de mando

A las 07:22 los tres astronautas ya están sentados, Armstrong en el asiento izquierdo, Aldrin en el central y Collins en el derecho. Durante los siguientes 30 minutos comprueban todas las conexiones, prueban los sistemas de comunicaciones y verifican sus cinturones de seguridad.

Antes del despegue pasaron cerca de 4 horas a bordo del Saturno V.

Wendt cierra la escotilla del módulo de mando del Apolo 11 a las 07:52 horas. Llamado por los astronautas el “Führer de la rampa de lanzamiento” por ser una persona muy exigente, Wendt y todo su equipo abandonan la rampa de lanzamiento.

La secuencia de lanzamiento automática comienza 20 segundos antes del despegue, momento en que el Saturno V queda independiente de los sistemas de control terrenos. 9 segundos antes de levantar el vuelo se encienden los cinco potentes motores F-1 de la primera etapa y en el interior del módulo de mando Armstrong, Collins y Aldrin sufren las enormes vibraciones que produce el cohete.

El presidente Richard Nixon no ha acudido a Cabo Cañaveral para presenciar el despegue, por si acaso se produce un fallo. Pero si lo ha hecho su vicepresidente, Spiro Agnew, el ex presidente demócrata Lyndon B. Johnson y numerosos congresistas, senadores y políticos de Estados Unidos.

Los tres astronautas habían sido sometidos el 11 de julio a un último reconocimiento médico en profundidad por los doctores Berry y Carpenter, junto con la enfermera Dolores “Dee” O’Hara. La NASA había emitido un comunicado que concluía que Armstrong, Aldrin y Collins era “aptos para el vuelo”.

Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Mike Collins entraron en la historia porque habían sido preseleccionados para la misión Apolo 11 por Slayton, uno de los siete astronautas veteranos del programa Mercury de 1959 que, por problemas médicos, no había podido volar al espacio. La decisión de Slayton fue ratificada por Robert Gilruth, director del Centro de Vuelos Tripulados de Houston y, en último término, por George Mueller, administrador asociado de la Oficina de Vuelos Tripulados.