Canadá multiplicará por diez su inversión en los programas de la ESA hasta alcanzar los 528,5 millones de dólares canadienses (328 millones de euros), reforzando así el acuerdo de cooperación que le permite formar parte del consejo de gobierno de la agencia.
Si bien la ESA y Canadá han intercambiado fondos durante aproximadamente cinco décadas, una suma de esta magnitud es “histórica”, según el gobierno. Los nuevos fondos deberían desembolsarse en los próximos tres a cinco años.
La ESA decidirá la asignación de estos fondos en su próximo Consejo Ministerial en Bremen, Alemania, los días 26 y 27 de noviembre. Mientras tanto, Canadá espera que las empresas espaciales vendan tecnología de doble uso en áreas de alto valor como comunicaciones por satélite, tecnología cuántica, observación de la Tierra, posicionamiento, navegación y vigilancia espacial a clientes europeos.
Entre los beneficiarios recientes del apoyo de la ESA se encuentran Canadarm y el fabricante de robótica MDA Space, que también despertaron el interés de los europeos gracias a sus innovadoras antenas espaciales. Kepler Communications, seleccionada como la primera empresa canadiense en liderar una misión satelital de la ESA, HYDRon-DS, o Sistema de Demostración de Red Óptica de Alto Rendimiento, cuyo objetivo es conectar satélites no por radio, sino con comunicaciones ópticas más rápidas.
Estados Unidos es el principal socio comercial de Canadá. Sin embargo, existe preocupación en los círculos de la industria espacial por los aranceles, y con razón: en 2022, cerca de 2.000 millones de dólares canadienses (1.220 millones de euros) de la actividad comercial provino de las exportaciones, lo que representa el 40% del mercado, según la CSA.
Tras el anuncio de la financiación, el Royal Bank of Canada (RBC) publicó un informe de investigación, que incluye un plan para que el país pueda «construir y financiar una estrategia espacial más ambiciosa». El informe, elaborado por el ex economista jefe de la NASA, Alex MacDonald, y el actual vicepresidente sénior de RBC, John Stackhouse, señala que Canadá tiene la oportunidad de cuadruplicar su economía espacial hasta alcanzar los 1.800 millones de dólares en 2035.
Sin embargo, para que esta predicción se convierta en realidad, Canadá debe diseñar una nueva estrategia espacial centrada en la soberanía, la defensa, la tecnología, la comercialización y el clima. Canadá también debe abordar obstáculos de gran envergadura, como la modernización de las adquisiciones y el desarrollo del talento, para aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece la economía espacial. “Desafortunadamente, gran parte de la ambición espacial de Canadá se basa en logros pasados y no lo suficiente en compromisos futuros”, señala el informe. “Nuestro sector espacial privado tampoco se acerca al potencial de Canadá”.






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