El satélite europeo Gaia ha escaneado, identificado y caracterizado el carnet de identidad de nada menos que 1.700 millones de estrellas, lo que conforma un gigantesco censo en formato 3D que va a significar un punto de inflexión en la astrofísica mundial.
Resultado de los 320 billones de observaciones efectuadas entre el 22 de julio de 2014 y el 23 de mayo de 2016, el gigantesco mapa tridimensional de la Vía Láctea fue presentado de forma simultánea ayer, 25 de abril, en distintas localidades europeas, entre ellas en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC) de Villanueva de la Cañada (Madrid), la principal sede de la ESA en España.
Según José Hernández, ingeniero de la ESA a cargo de las Operaciones y Calibración del satélite, este segundo catálogo 3D es “más completo, preciso y homogéneo” que el anterior ‒que fue presentado en septiembre de 2016‒ ya que alcanza “los 8.000 años-luz y va a obligar a reescribir nuestro conocimiento de la Vía Láctea”.
En ESAC se almacenan diariamente entre 40 y 90 Gigabits de datos que descarga el satélite a través de la antena de alta ganancia desarrollada por Airbus Defence & Space en Barajas (Madrid), a la que Tryo Aerospace aporta los amplificadores de bajo ruido. Airbus D&S también ha suministrado la estructura del módulo de servicio en fibra de carbono y el subsistema eléctrico. Cuando la ESA dé por concluida la misión dentro de unos 5 años, la antena española “habrá descargado datos para elaborar 3 o 4 catálogos tridimensionales de estrellas que sumarán más de 1 Petabit”, asegura Hernández.
La plataforma Gaia de 2 toneladas es la máxima expresión mundial de la tecnología opto-electrónica. Fabricado en la sede de Airbus Defence & Space en Toulouse (Francia), además de las 2 empresas españolas citadas, otras 6 compañías han aportado subsistemas y equipos críticos por un valor de 36 millones, el 11,36 % del presupuesto: Alter Technology, la rama electrónica de Airbus D&S ‒antes CRISA‒, GMV, SENER y Thales Alenia Space España.
Dos de las aportaciones más relevantes son obra de SENER. Una de ellas consiste en una sombrilla circular de 10,4 metros de diámetro y 100 metros cuadrados de superficie que, a modo de paraguas, “protege al satélite de la radiación solar y ofrece estabilidad térmica a los elementos ópticos”, subraya Diego Rodríguez, director de Defensa y Espacio de SENER. La segunda contribución es el mecanismo de posicionamiento M2MM de los espejos secundarios de los telescopios, un equipo de precisión sub-micrométrica que garantiza el correcto enfoque.
También resulta clave la electrónica de proximidad puesta a punto por la antigua CRISA para lograr el buen funcionamiento de los 106 CCD “super ojos electrónicos” de Gaia, la cámara digital más grande y sensible jamás construida para una misión espacial. Estos sensores conforman una matriz de 1.000 millones de píxeles, lo que equivale “a poder ver desde la Tierra una moneda de 1 euro sobre la superficie de la Luna”, aseguran en la ESA.
La importancia de Gaia para la astrofísica es de tal que importancia que, según puntualiza Xavier Luri, profesor de la Universidad de Barcelona e investigador principal español de la misión, “hemos podido ver como que la gravedad de la Vía Láctea está destrozando la galaxia enana Sagitario-1 que se encuentra a 100.000 años luz de la Tierra…, algo que podíamos intuir, pero que con Gaia ya hemos podido observar”.
GMV ha estado volcada en el diseño, validación y puesta a punto de sofisticadas herramientas informáticas. Sus ingenieros también han desarrollado el sistema de dinámica de vuelo y participan en ESAC en el tratamiento de las operaciones científicas. Alter Technology ha efectuado todos los ensayos mecánicos, térmicos que aseguran la idoneidad de todos los componentes que viajan a bordo del satélite.
Además del subsistema de telemetría y telecomando (TTC), Thales Alenia Space España ha puesto a punto las unidades electrónicas de distribución de la señal del reloj de rubidio del satélite, que sincroniza las señales horarias ultra estables que regulan el correcto funcionamiento de los sensores a bordo.
El telescopio espacial Gaia fue puesto en órbita el 19 de diciembre de 2013 mediante un cohete ruso Soyuz que despegó desde la base espacial de Kourou. Está situado en una órbita a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, en el llamado punto 2 de Lagrange, un lugar donde se equilibran los campos gravitatorios de la Tierra y el Sol y goza de una impresionante visión del Universo. Desde L2, Gaia escanea cada 6 meses la totalidad de la bóveda celeste para obtener el mayor catálogo tridimendional de estrellas, pero que contendrá tan sólo entre el 1 y 2 % de sus objetos.
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