Un instrumento del INTA a bordo de la sonda europea Schiaparelli medirá la transparencia de la atmosfera marciana mientras que Elecnor Deimos ha sido la responsable de diseñar las trayectorias de vuelo.
(Juan Pons).- La sonda de descenso Schiaparelli de la misión ExoMars 2016 de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Federal de Rusia Roscosmos tiene previsto posarse en Marte a las 16:49 hora española. A partir de ese momento su objetivo es sobrevivir 48 horas sobre la superficie de Marte y recoger y enviar todos los datos que pueda.
Después de 7 meses de navegar por el espacio rumbo a Marte, Schiaparelli se desprendió de su astronave portadora el pasado 16 de octubre, a las 16:42 hora española, para penetrar en la atmosfera marciana y alcanzar su superficie. Los ingenieros de la compañía española Elecnor Deimos Space han sido los responsables del diseño de misión y de la trayectoria de ExoMars 2016 y Schiaparelli, desde su lanzamiento el 14 de marzo del presente año hasta su descenso en las próximas horas.
Las tecnologías que pondrá a prueba Schiaparelli serán las utilizadas para enviar en 2020 a Marte el primer vehículo todo terreno europeo de exploración dotado con un potente taladro que perforará el suelo en busca de gas metano o señales de vida pasada o presente. Eso ocurrirá siempre que en la reunión de ministros de la ESA del próximo diciembre se logre que los países participantes aporten 20 millones de euros adicionales.
Según ha explicado a Fly News el ingeniero español Alejandro Cardesin, responsable de coordinar las peticiones científicas para ExoMars 2016 en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC) de Villanueva de la Cañada (Madrid), Schiaparelli “atravesará la tenue atmósfera marciana a las 16:42 hora española y, a partir de entonces, se producirán 6 minutos de apagón de las señales”. En ese momento, la capsula europea se encontrará a 120 kilómetros de la superficie marciana descendiendo a una velocidad de 20.000 km/h.
En sus instalaciones próximas al aeropuerto de Madrid Barajas, la empresa Airbus Defence & Space en España fue la responsable de diseñar y construir el escudo térmico que permitirá que la cápsula Schiaparelli sobreviva a las altas temperaturas ─de hasta 1.850° C─ que supone penetrar a alta velocidad en la atmósfera.
Los paracaídas de frenado que alberga la sonda se abrirán a 11 kilómetros de altura para disminuir su velocidad hasta los 250 km/h. Como esa velocidad sigue siendo muy elevada, a 1 kilómetro de altura se encenderán unos retro propulsores fijados en la parte inferior de Schiaparelli, hasta que la sonda se encuentre a 1,5 metros de la superficie. Será entonces cuando estos motores cohete se apagarán y Schiaparelli caerá a menos de 3 m/s, aunque su estructura deformable amortiguará el impacto sobre Meridiani Planum, la zona llana sobre la que está programado el descenso, y donde ya amartizó el 25 de enero de 2004 el rover de la NASA Opportunity.
Eso ocurrirá a las 16:48. “Sin embargo, debido a la demora de la señal en su largo viaje desde Marte a la Tierra no sabremos si el descenso ha sido o no un éxito hasta las 17:00 ─afirma el ingeniero español─ cuando un radiotelescopio situado en Pune (India), la sonda europea Mars Express y la estadounidense MRO capten las señales de la capsula europea».
Una vez sobre suelo marciano, la sonda de la ESA activará los instrumentos científicos que lleva a bordo y que le permitirán medir el viento, la presión, la temperatura y la radiación solar. El ingeniero español subraya que Schiaparelli “analizará la opacidad de la atmosfera mediante SIS, un instrumento desarrollado en España por el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), que mide la luz que llega a la sonda y comprueba la transparencia de la atmosfera para verificar si está contaminada de polvo”.
Durante al menos dos días y hasta que se agoten sus baterías, Schiaparelli probará una serie de tecnologías clave desarrolladas por empresas europeas para demostrar la capacidad europea investigar sobre Marte. Si el amartizaje de Schiaparelli tiene éxito será un gran hito para la ESA, tras el notable fracaso de su sonda Beagle 2, que el 19 de diciembre de 2003 se separó de la sonda Mars Express y a partir de entonces se perdió todo contacto. La sonda MRO de la NASA encontró a Beagle 2 sobre Marte en enero de 2015.
Aunque se especuló con un error en las unidades de medida y que la sonda se había estrellado al Marte mucho más cerca (kilómetros en lugar de millas). Sin embargo, las imágenes de MRO la mostraron intacta. Al parecer los paneles solares no se desplegaron correctamente, bloqueando la antena de transmisión para el contacto con la Tierra.
qué lástima,
1.700 millones de euros dilapidados para saber si hay vida en marte cuando en la Tierra hay vida, y la mitad del planeta no tiene qué comer
Da igual éxito que fracaso, es una absurdo inmoral
No es solo saber si hay vida, es saber, en caso de que haya vida, muchas cosas sobre Marte. No se sabe si los descubrimientos pueden llevar a ayudar a la humanidad
Antonio, sinceramente no sé en qué mundo vives, pero los mayores avances cientificos han necesitado grandes inversiones
Antonio lo mejor es repartir esos 1700 millones de euros en la gente para que vivan como reyes mientras vivan del cuento.Al menos esos 1700 millones sirven para desarrollar tecnologías que un futuro nos hará la vida mejor.
Habéis perdido el sentido común (que es el menos común de los sentidos…)
Para más INRI ha sido un fracaso.
1.700 millones de euros tirados a la basura con tantísima gente sin comida, sin techo, sin agua, …
Fuera gasto militar y espacial y aplicarlo a pensiones y sanidad.
En 2017 se van a reducir las pensiones en 800 millones segun informe de expertos de UGT
Sin mas comentarios………
Gracias a los proyectos espaciales tenemos un montón de tecnología como pueden ser los móviles o el GPS. Y creer eso de «se gastan dinero en mandar cosas al espacio que se estrellan en lugar de pagar pensiones» es saber muuuuy poco de economía y redistribución.