Lo que iba a ser un viaje a la ISS de una semana para los dos astronautas del primer vuelo tripulado de la cápsula Boeing CST-100 Starliner puede terminar con un rescate a manos de la competencia.
El primer vuelo tripulado de la cápsula Boeing CST-100 se enfrentó a varios problemas tñecnicos que fueron retrasando el lanzamiento desde 2017. Cuando todo parecía listo para el 6 de mayo de 2024, se canceló el lanzamiento dos horas antes del mismo por un problema en una válvula de oxígeno. Después se detectó una fuga de helio en el módulo de servicio. El lanzamiento se reprogramó para el 1 de junio, y se volvió a abortar a 3 minutos y 50 segundos del lanzamiento por otra fuga de helio.
Finalmente, pese a detectarse otra fuga de helio, que se consideró que no era peligrosa, el Starliner se lanzó hacia la estación espacial internacional el 5 de junio a las 14:52 UTC.
Durante el ascenso, la fuga de helio se incrementó a hasta tres fugas, causando algunos fallos, obligando a los dos astronautas a bordo, Barry E. Wilmore y Sunita Williams a prolongar su estancia, prevista hasta el 13 de junio, varias veces.
Ahora, la NASA y Boeing han reprogramado el vuelo de regreso a la Tierra para no antes del 2 de julio, mientras que desde la NASA se asegura que, pese a las fugas de helio, que han dejado inoperativo al menos uno de los motores de maniobra de la cápsula, esta es segura para el regreso.
Con todo, según parece, la NASA podría estar analizando la posibilidad de mandar una cápsula Space X Crew Dragon, la competencia de Boeing a, no digamos rescatar, digamos solo para traer de regreso, a Wilmore y Williams.
Esta operación, sin duda afectaría nuevamente a Boeing, inmersa en los problemas de producción de sus aviones comerciales, donde se la ha acusado de “recortar esquinas en la seguridad” para obtener beneficios.
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