El Júpiter Icy Moons Explorer (Juice) de la ESA sobrevolará la Tierra los próximos días 19 y 20 de agosto.
Los controladores guiarán la nave espacial primero más allá de la Luna y luego más allá de la Tierra. Esta ‘frenada’ llevará a Juice por un atajo a Júpiter a través de Venus. Con ello, se efectuará el primer sobrevuelo de la Luna y la Tierra y la primera maniobra de doble asistencia gravitacional. Cambiará la velocidad y dirección de Juice para alterar su curso a través del espacio, pero es una maniobra audaz: el más mínimo error podría desviar a Juice del rumbo y provocar el final de la misión.
Tras el lanzamiento de Juice en abril de 2023, este sobrevuelo entre la Luna y la Tierra es el primer paso de la nave espacial a través del Sistema Solar en su viaje hacia Júpiter. Durante el sobrevuelo, la Tierra doblará la trayectoria de Juice a través del espacio, «frenándola» y redirigiéndola hacia un sobrevuelo de Venus en agosto de 2025. A partir de ese momento, comenzarán los aumentos de energía, con Juice siendo elevado por Venus y luego dos veces por la Tierra: el equivalente en exploración espacial a “beber tres cafés seguidos”.
Júpiter se encuentra en promedio a «sólo» 800 millones de kilómetros de la Tierra. Sin un enorme cohete, enviar Juice directamente al planeta gigante requeriría 60.000 kg de propulsor a bordo. Y luego Juice necesitaría llevar una enorme cantidad adicional de propulsor para reducir su velocidad lo suficiente como para entrar en órbita alrededor de Júpiter una vez que llegue, en lugar de simplemente pasar rápidamente y salir al espacio exterior. Entonces Juice está tomando una ruta, que utiliza la gravedad de otros planetas para ajustar cuidadosamente su trayectoria a través del espacio y asegurarse de llegar a Júpiter con la velocidad y dirección correctas. Esta ruta increíblemente compleja y en constante evolución ha sido cuidadosamente planificada por el equipo de análisis de misión dedicado de Juice durante los últimos 20 años.
De manera algo contradictoria, utilizar el sobrevuelo entre la Luna y la Tierra para ralentizar a Juice en este punto de su viaje es en realidad más eficiente que utilizar el sobrevuelo para acelerarlo. Si, en cambio, hubieran utilizado este sobrevuelo para darle a Juice un impulso hacia Marte, se habría tenido que esperar mucho tiempo para el próximo sobrevuelo planetario. Esta primera maniobra de «frenado» es una forma de tomar un atajo por el interior Sistema solar. Los operadores de la misión ya han ajustado la trayectoria de Juice para garantizar que llegue primero a la Luna y luego un día después a la Tierra, precisamente en el momento adecuado, con la velocidad adecuada y viajando en la dirección correcta. Confían en el éxito, pero se trata de un desafío arriesgado al que ninguna otra misión espacial se ha enfrentado antes.
Como dice Ignacio Tanco, director de operaciones de naves espaciales de Juice: «Es como pasar por un corredor muy estrecho, muy, muy rápido: pisar el acelerador al máximo cuando el margen al costado de la carretera es de sólo milímetros». Juice se acercará mucho tanto a la Luna como a la Tierra, lo que significa que se requiere una precisión milimétrica en tiempo real en todas las maniobras de navegación. Del 17 al 22 de agosto, Juice estará en contacto continuo con estaciones terrestres de todo el mundo. Cada segundo del camino, durante el día y la noche, los operadores vigilarán atentamente los datos que provienen de Juice y realizarán los pequeños ajustes necesarios para mantener la nave espacial en el rumbo correcto.
Añadir comentario