Poco antes de que se iniciase oficialmente una prueba de encendido estático de un motor de la nave Starship 36, esta estalló.
Poco más de 24 horas después de la explosión de una nave Space X Starship cuando se iba a realizar una prueba estática de encendido de un motor, empiezan a saberse cosas.
Al parecer se produjo algún tipo de fallo estructural. En las grabaciones de la explosión se ve salir volando parte de la estructura en material compuesto que alberga nitrógeno líquido presurizado.
Tras esta ruptura, confirmada por Space X, se produce una primera explosión, seguida por el incendio del combustible, y luego otra explosión más fuerte, por la mezcla con el aire del combustible y sus gases; y de nuevo el incendio del combustible.
Al ser la gran bola de fuego que se ve en las imágenes más un incendio que una explosión, los daños en la zona de la prueba no han sido tan graves como podía haberlo sido. Con todo, se estima que Space X tardará un tiempo en volver a poner en funcionamiento esa área de su centro espacial cerca de Boca Chica (Texas, EE.UU.).
La zona había sido despejada antes de la prueba por lo que no hubo víctimas, ni fallecidos ni, al parecer heridos, si bien la explosión se escuchó a más de 20 kilómetros de distancia.
Con este ya son 11 los Starship perdidos por Space X, empresa propiedad de Elon Musk, en diferentes pruebas. Hasta ahora cada pérdida ha sido definida por Space X como un éxito, al menos parcial, ya que les ha permitido aprender algo nuevo.
SpaceX ha lanzado nueve vuelos de prueba de la nave espacial Super Heavy-Starship desde abril de 2023. Los tres primeros vuelos terminaron con explosiones o rupturas que destruyeron ambas etapas. El cuarto, quinto y sexto fueron parcialmente exitosos, pero dos de los tres vuelos más recientes terminaron con explosiones de la nave espacial Starship antes de que la nave pudiera alcanzar su trayectoria suborbital planificada. El tercer vuelo, el más reciente, el 27 de mayo, alcanzó su trayectoria planificada, pero perdió el control y se rompió durante la entrada en la atmósfera.
La NASA cuenta con el cohete gigante para lanzar una variante de la Starship que transportará astronautas a un aterrizaje cerca del polo sur lunar en los próximos dos o tres años. Para llevar la variante de la Starship del Sistema de Aterrizaje Humano a la Luna, SpaceX necesitará lanzar de 10 a 20 naves Super Heavy-Starship para reabastecerse. El módulo de aterrizaje se situará en órbita terrestre baja antes de poder dirigirse a la Luna para esperar la llegada de los astronautas a bordo de la cápsula tripulada Orion, construida por Lockheed Martin.
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