La cabina de pasaje y la aviónica son los principales puntos en los que Embraer trabaja para mejorar su familia EJet.
Embraer ha anunciado una serie de mejoras en su familia de reactores comerciales que, según sus datos, supondrán aumentar los beneficios por avión en 6 millones de dólares en 15 años por la reducción de costes e ingresos extras.
En los E175, único modelo de la primera generación de los Ejet que continua en producción, la cabina de pasaje incorporará elementos de la segunda generación, como armarios de techo más grandes (con capacidad para una maleta por pasajero), nueva iluminación, asientos Recaro y conectividad por satélite (desde 2026). En la cabina de los pilotos se actualizará el radar meteorológico (desde el segundo trimestre de 2026), y los sistemas de enlace de datos (antes del final de 2024) que, por ejemplo, posibilitará la recuperación inalámbrica de los datos de vuelo.
Estas mejoras se podrán aplicar también a los aviones en servicio.
En los Ejet2, Embraer ha logrado ya la certificación para la variante con un peso máximo al despegue de 62.500 kg. Esto, junto al menor consumo de sus motores Pratt & Whitney GTF, un 2,5 por ciento inferior al esperado, y una mejora en el sistema de gestión del sangrado de aire del motor para la presurización y el aire acondicionado, ha permitido que la autonomía del E195-E2 pase de 4.815 km a 5.555 km. Embraer ha valorado en 1 millón de dólares de beneficio por avión en 15 años.
Además, Pratt & Whitney ha introducido otras mejoras en los motores que permiten aumentar el tiempo en ala un 10 por ciento. Entre estas está un ajuste optimizado del empuje en ascenso. Esto supondrá otro medio millón de dólares.
También, como parte de estas mejoras, se añadirá un sistema de despegue automático que realizará la rotación a la velocidad más adecuada, y ajustará el ángulo de ascenso para un despegue óptimo, reduciendo la carrera de despegue y aumentando la cara de pago. Esta función será especialmente útil en aeropuertos como London City, Florencia y Santos Dumont. En el primero de ellos los E2 podrán volar a 650 km más lejos.
En la cabina de pasaje del E-195-E2, además de adoptar asientos Recaro como opción, se añadirá una fila de asientos sin afectar a la separación entre ellas, si bien la capacidad máxima, 146 pasajeros, no cambiará. El espacio para esa fila extra se logrará reduciendo algunos huecos en la cabina. Embraer valora esos 4 asientos adicionales en unos ingresos suplementarios equivalentes a 4,5 millones de dólares por avión en un periodo de 15 años.
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