Ya hay consecuencias de la huelga en la división de aviones comerciales de Boeing: 17.000 despidos, adiós al B-767, y un año más de retraso al B-777X.
“Nuestra empresa se encuentra en una posición difícil y es difícil exagerar los retos a los que nos enfrentamos juntos. Más allá de navegar por nuestro entorno actual, restaurar nuestra empresa requiere decisiones difíciles y tendremos que hacer cambios estructurales para garantizar que podemos seguir siendo competitivos y ofrecer resultados a nuestros clientes a largo plazo”.
Así comienza la carta que Kelly Ortberg, presidente y consejero delegado de Boeing ha enviado a sus empleados.
Esas “decisiones difíciles” comienzan, aunque en su carta sea la última en ser nombrada, por el despido de unos 17.000 trabajadores: “También debemos reajustar nuestra plantilla para adaptarla a nuestra realidad financiera y a un conjunto de prioridades más preciso. En los próximos meses, tenemos previsto reducir el tamaño de nuestra plantilla total en aproximadamente un 10 por ciento. Estas reducciones incluirán a ejecutivos, directivos y empleados”.
La “buena” noticia es que la siguiente tanda prevista de despidos anunciada anteriormente no se va a producir.
Las otras decisiones, en el orden que las cita Ortberg son
Retrasar un año, hasta 2026, las primeras entregas del B-777-9 y a 2028 el B-77-8F. “Los retos a los que nos hemos enfrentado en el desarrollo, así como la pausa en las pruebas de vuelo y el paro laboral en curso, retrasarán el calendario de nuestro programa. Hemos notificado a los clientes que ahora esperamos la primera entrega en 2026”.
Final de la producción del Boeing 767 salvo en la versión KC-46. “Tenemos previsto construir y entregar los 767 cargueros restantes encargados por nuestros clientes y concluir la producción del programa comercial en 2027. La producción del KC-46A cisterna continuará”.
La versión carguera es la única de este modelo que sigue en producción, pero esta iba a finalizar como consecuencia de las normativas aprobadas en 2017 y que entraron en vigor en 2022 de OACI sobe ruido y emisiones. Boeing logró del Gobierno estadounidense una excepción de 5 años para continuar produciendo el B-767F.
Y, el anuncio de pérdidas sustanciales en la división de Espacio, Defensa y Seguridad. “Nuestro rendimiento en los programas de desarrollo a precio fijo simplemente no está donde tiene que estar. Esperamos nuevas pérdidas sustanciales este trimestre, impulsadas por la paralización del trabajo en los derivados comerciales, los continuos retos de los programas y nuestra decisión de completar la producción del carguero B-767”.
Ortberg termina su misiva señalando que: “Sabemos que estas decisiones les causarán dificultades a ustedes, a sus familias y a nuestro equipo, y sinceramente desearía que pudiéramos evitar tomarlas. Sin embargo, el estado de nuestro negocio y nuestra futura recuperación exigen medidas difíciles.
Seremos transparentes con ustedes en relación con el calendario y el impacto de estas medidas, y seremos profesionales y solidarios con todos a lo largo del camino”.
En el anuncio de los resultados económicos preliminares del tercer trimestre, desde Boeing han anunciado el impacto en los “resultados financieros relacionados con los cargos por determinados programas en los segmentos de Aviones Comerciales y Defensa, Espacio y Seguridad y el paro laboral cuando presente los resultados del tercer trimestre el 23 de octubre. La compañía espera obtener unos ingresos en el tercer trimestre de 17.800 millones de dólares, una pérdida por acción GAAP de 9,97 dólares y un flujo de caja operativo de -1.300 millones de dólares«.
La división de aviones comerciales tendrá un cargo extraordinario de 3.000 millones de dólares en los programas B-777X (2.600 millones) y B-767 (400 millones).
Defensa, Espacio y Seguridad, también tendrá un cargo extraordinario, este de 2.000 millones de dólares por los programas T-7A (900 millones), KC-46 (700 millones), la cápsula espacial Starliner y MQ-25.
Añadir comentario