Ted Colbert, máximo responsable de la división de defensa, espacio y seguridad de Boeing fue despedido con efectos inmediatos el pasado viernes.
Más aguas revueltas en Boeing. Tras el fiasco de la nave Starliner, y pese a su exitoso regreso en vacío desde la Estación Espacia Internacional, el presidente de la división dedefensa, espacio y seguridad, Red Colbert, fue invitado por Kelly Ortberg, el nuevo presidente y consejero delegado de Boeing, a abandonar de inmediato las instalaciones de la empresa el viernes 20 de septiembre, y Steve Parker, hasta ahora director financiero de Boeing Defensa, Espacio y Seguridad, lo fue a ocupar el despacho de Colbert.
Parker ocupará el cargo mientras se busca un sustituto para Colbert, el cual había sido nombrado para este puesto en abril de 2022 tras el despido de su antecesor.
“Quiero agradecer a Ted sus 15 años de servicio en The Boeing Company, apoyando a nuestros clientes, nuestra gente y nuestras comunidades. En esta coyuntura crítica, nuestra prioridad es restablecer la confianza de nuestros clientes y cumplir los elevados estándares que esperan de nosotros para hacer posibles sus misiones críticas en todo el mundo. Trabajando juntos podemos mejorar y mejoraremos nuestro rendimiento y garantizaremos el cumplimiento de nuestros compromisos”, escribió Ortberg a los empleados de Boeing al anunciar el despido.
Además de los problemas con la cápsula espacial, la división ha presentado en los últimos años unas cifras económicas desastrosas, con unas pérdidas de 1.764 millones de dólares en 2023, 129 millones más de lo que perdió la división de aviones comerciales. Eso sí, ese resultado fue mucho mejor que el de un año antes cuando perdió más de 3.400 millones de dólares.
La división también ha tenido que hacer frente a los continuos problemas de los aviones cisterna KC-46A, que solo en 2023 les costó 139 millones de dólares en cargos extraordinarios. Esos cargos extraordinarios entre 2014 y 2020 sumaron 5.037 millones de dólares. El importe del contrato con la USAF, del tipo de precio fijo, era de 4.900 millones de dólares.
Igualmente, suma más de 2.000 millones de dólares de sobrecostes en el programa de modificación de dos B-747-8 para servir de Air Force One para la USAF. El contrato para ello tenía un valor fijo de 3.900 millones de dólares.
Añadir comentario