Por Javier Gándara, presidente de ALA. Cada vez se oyen más voces en contra de los vuelos cortos con alternativa al tren. La pasada semana PSOE y Sumar acordaron reducir este tipo de vuelos con alternativa de tren de hasta 2,5 horas de duración.
Desde el sector aéreo no somos partidarios de ‘prohibir’ o reducir ninguna actividad como se propone, máxime teniendo en cuenta que ya se ha producido un trasvase del avión de corto radio al tren de una forma natural. Antes de la liberalización del sector ferroviario, la cuota de mercado del tren ya era del 70%, frente a un 30% del tren. Con la entrada de nuevos competidores, los precios del tren han bajado y propiciado que gane más pasajeros en el mercado doméstico, incrementando su cuota de mercado hasta un 80% y, en algún caso, como en la ruta Madrid-Valencia, al 90% frente al 10%. ¿Realmente hace falta una intervención del mercado en los vuelos domésticos? Creemos que no.
No debe pasarse por alto que la mayor parte de los viajeros que utilizan los vuelos cortos lo hacen para conectar con un vuelo internacional, es decir, para volar desde Valencia hasta Nueva York vía Madrid. En caso de reducir o suprimir estos vuelos cortos, y siguiendo con el ejemplo de ese pasajero con origen en Valencia, el pasajero se verá obligado a coger un tren AVE hasta la estación de Atocha, desde donde tendrá que coger o un tren de cercanías, o bien el metro o un taxi hasta alcanzar el aeropuerto de Madrid-Barajas para embarcar rumbo Nueva York.
«Según un informe del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE) si se suprimiesen las rutas con alternativa de tren de 2,5 horas en España tan sólo se lograría reducir un 0.9% de las emisiones de CO2 del transporte aéreo en el país.»
Javier Gándara, presidente de ALA Spain
Con este periplo, y hasta que no llegue el AVE directamente a Madrid-Barajas, perderemos este tipo de pasajeros que optarán por hacer su conexión a través de otros hubs fuera de España, como por ejemplo Frankfurt. Las emisiones de CO2 se trasladarán, pero no se reducirán.
Además, no se puede perder de vista que el objetivo último que se persigue es la descarbonización de la aviación. Según un informe del Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE) si se suprimiesen las rutas con alternativa de tren de 2,5 horas en España tan sólo se lograría reducir un 0.9% de las emisiones de CO2 del transporte aéreo en el país. Si se hubieran prohibido los trenes no hubiéramos alcanzado los modelos que tenemos hoy en día. Es cuestión de investigación y tiempo.
Frente a medidas que penalizan la aviación abogamos por medidas que favorezcan soluciones que sí contribuyen de forma efectiva a avanzar en la sostenibilidad del transporte aéreo. Eso pasa por una intermodalidad real con la llegada del AVE a aeropuertos como Madrid-Barajas o El Prat, además de por incentivar la producción de combustible sostenible de aviación (SAF), que permite reducir hasta en un 80% las emisiones de Co2 del ciclo de vida del combustible. Tenemos que conseguir entre todos un equilibrio entre la sostenibilidad medioambiental, con la sostenibilidad económica y social.
Que es el SAF?