Cerramos un año insólito, en lo que a inversión se refiere, en defensa y seguridad. Cada martes, tras el Consejo de Ministros, esta industria recibe un lluvia de millones que, sin embargo, empieza a generar cierta inquietud entre las empresas que integran la cadena de suministro española.
Por Esther Apesteguía, editora Fly News
El año que está por concluir ha sido, sin lugar a dudas, extraordinario para el sector de defensa en España. Nos encontramos ante un contexto marcado por una fuerte inversión pública que ha supuesto un punto de inflexión respecto al tradicionalmente temido, y ahora celebrado, “ciclo inversor”. El Consejo de Ministros, celebrado cada martes, se ha convertido en el escenario donde se anuncian de forma recurrente nuevas inyecciones millonarias de capital destinadas al sector.
Este incremento del gasto se ha producido en una situación atípica: sin la aprobación de nuevos presupuestos generales. A pesar de ello, y gracias al modelo español que permite la prórroga automática de los presupuestos, el ciclo inversor en defensa, seguridad y espacio continúa en ascenso. De hecho, todo indica que el próximo año viviremos una situación similar, sin nuevas cuentas públicas, pero con la continuidad de este impulso inversor.
Existe incertidumbre sobre si el significativo aumento de la inversión en defensa acabará permeando a los niveles inferiores de la cadena de suministro. Algunas voces ya advierten de la falta de llegada de estos fondos a la cadena de suministro española, especialmente en un contexto globalizado.
La mayor parte de esta “lluvia” de millones tiene como destino principal la financiación de programas de defensa aeroespacial liderados por dos grandes empresas: Airbus e Indra. El Gobierno, mostrando una sensibilidad que no era común en años anteriores, está consolidando a Indra como el gran campeón nacional de la defensa, aunque sin dejar de lado el papel central que Airbus desempeña en la industria aeronáutica y espacial española.
No obstante, existe incertidumbre sobre si este significativo aumento de la inversión acabará permeando a los niveles inferiores de la cadena de suministro. Algunas voces ya advierten de la falta de llegada de estos fondos a la cadena de suministro española, especialmente en un contexto globalizado.
Espacio: nueva prioridad estratégica
El sector del espacio representa otro de los vértices de esta tendencia creciente en el gasto público. Por primera vez en la historia, España se situó en noviembre como el cuarto país inversor en la Agencia Espacial Europea. Este hecho refleja una clara voluntad de reforzar la posición estratégica del país, precisamente en un momento en que Europa pierde liderazgo frente a potencias emergentes como China e India, que ya son actores destacados en la industria espacial.
Estados Unidos, por su parte, sigue marcando el camino a seguir. Empresas tecnológicas como SpaceX y Blue Origin han transformado el paradigma espacial, adentrándose en mercados estratégicos como el de los lanzamientos con una audacia característica de los nuevos líderes tecnológicos.
En respuesta a estos desafíos, las divisiones espaciales de Airbus, Thales y Leonardo han protagonizado un importante movimiento corporativo para afrontar la nueva realidad del sector. No obstante, se debe prestar atención a estos movimientos, ya que las integraciones empresariales suelen conllevar más dificultades que éxitos inmediatos.
Vivimos una época de transformación en la que los intereses nacionales y particulares de los grandes grupos empresariales pueden convertirse en obstáculos, como ocurre en el caso del programa FCAS, donde España asiste como invitado de piedra.
Ante este escenario, surgen preguntas fundamentales sobre el futuro de la industria española:
- ¿Qué papel desempeñará la cadena de suministro española, especialmente a partir de los niveles conocidos como Tiers-2 y hacia abajo?
- ¿Quién será capaz de estabilizar y hacer avanzar programas europeos clave como el FCAS?
- ¿Cómo se podrá mantener el compromiso de dedicar un 2% o 3% del gasto a la defensa una vez finalicen los fondos europeos?
- ¿Cuándo recuperará Europa su posición de relevancia en el ámbito global?
Se darán cuenta los lectores que no he incluido la otra pregunta que completa el círculo, el dónde. Ante la velocidad vertiginosa de los cambios en el contexto mundial, resulta difícil aventurar dónde se situará España en este nuevo tablero geopolítico. Lo que está claro es que la capacidad de adaptación será determinante para definir nuestra posición futura.
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