La USAF ha elegido a Northrop Grumman para que diseñe y construya la próxima generación de bombarderos de largo alcance de la USAF.
El programa LRS-B, Long Range Strike Bomber, de la USAF ya tiene ganador: Northrop Grumman, a la que se acaba de conceder el contrato de ingeniería y desarrollo de producción por 21.400 millones de dólares de 2010. Además de Northrop Grumman, Boeing y Lockheed Martin, que se presentaban juntos, eran los otros contendientes.
A este contrato deberá seguir un segundo por una opción para los primeros cinco lotes de producción que incluyen 21 aviones de un total previsto de 100. En estos momentos el precio medio por avión previsto por el Pentágono es de no más de 550 millones de dólares de 2010.
El nuevo bombardero de largo alcance deberá sustituir a los tres modelos actualmente en servicio:
El Boeing B-52, que hizo su primer vuelo hace 63 años (15 de abril de 1952), y del que el último de 744 ejemplares salió de la cadena de producción el 26 de octubre de 1962. Hoy restan 76 en vuelo.
El Rockwell (hoy Boeing) B-1; que voló por primera vez el 23 de diciembre de 1974. Este bombardero fue diseñado para poder acercarse al blanco a baja cota y velocidad supersónica. Su desarrollo fue cancelado por el presidente Carter el 30 de junio de 1977 cuando estaba previsto construir 244 ejemplares. El presidente Reagan autorizó que se continuase el desarrollo, pero sobre una base de 100 aviones mientras se desarrollaba el Bombardero de Tecnología Avanzada. El 20 de enero de 1988 salía de la cadena de montaje el último de 100 B-1B a los que habría que sumar 4 prototipos de B-1A. Hoy continúan en servicio 62.
Y el Northrop Grumman B-2. Este programa se inició como el Bombardero de Tecnología Avanzada con el objetivo de sustituir a los B-52 y al B-1 en desarrollo en ese momento. Su primer vuelo fue el 17 de julio de 1989 y en noviembre de 1997 se entregaba el último a la USAF. En su momento eran 132 los aviones previstos que se quedaron en 21 ejemplares de los que hoy restan en servicio 20.
Un nuevo super bombardero
La secretaria de la Fuerza Aérea Deborah Lee James, al anunciar al ganador señaló que “El LRS-B es crítico para la defensa de la nación y es una prioridad máxima para la Fuerza Aérea. Nos enfrentamos a un complejo escenario de seguridad. Es imperativo que nuestra fuerza Aérea invierta en la gente, tecnología, capacidades y entrenamiento adecuados para defender la nación y sus intereses, a un coste asumible”.
Por el momento no se han dado detalles del nuevo bombardero. Ni por parte del Gobierno estadounidense ni por Northrop Grumman más allá de que tendrá un muy largo alcance para dotar a EE.UU. de la agilidad estratégica necesaria para lanzar un ataque desde su territorio contra cualquier blanco, en cualquier lugar del mundo con un bombardero con gran capacidad de supervivencia y capaz de penetrar y operar en zonas fuertemente protegidas contra ataques aéreos.
Según el jefe del Estado Mayor de la USAF, general Mark A. Welsh III: “El LRS-B dotará a nuestra nación de una tremenda flexibilidad como un bombardero dual y la agilidad estratégica para responder y adaptarse mucho más rápido que nuestros enemigos potenciales”.
Joe con el B2, vaya agujero al final. Supongo que el nuevo no será tanto invisible y más tipo dron (ir solo) y de gran capacidad.
¿cuando podrá entrar el servicio el avión? 3 o 4 años imagino.
Para mí que va a ser un B-2 tuneado con los últimos adelantos de materiales, invisibilidad y aerodinámicos con sistemas derivados del F-35 para abaratar costes.