El Grupo Hotusa ha celebrado una nueva edición de su fórum Salvemos el turismo con Javier Marín, director general de Aeropuertos de Aena, y Javier Gándara, presidente de ALA.
El fórum Salvemos el turismo fue lanzado por el Grupo Hotusa en 2020, y, tras una pausa por las restricciones COVID, se relanzó el pasado mes de febrero, habiendo pasado por el mismo más de 50 profesionales y políticos “que han aportado, siempre con espíritu constructivo, su autorizada visión sobre qué podríamos/deberíamos hacer para restituir el rol que el sector turístico tenía, para nuestra economía y nuestra sociedad, antes de la pandemia”, señalan desde Hotusa.
En esta última edición los protagonistas han sido el director general de Aeropuertos de Aena y presidente de ACI Europa, Javier Marin, y el presidente de ALA y director general de Easyjet para el sur de Europa, Javier Gándara.
Ambos trataron de enviar un mensaje positivo sobre el sector de cara al futuro, en el que, como informó hace unos días Aena, las previsiones señalan que las aerolíneas, en esta temporada de verano, van a ofrecer un 2 por ciento más plazas en sus vuelos en y hacia y desde España que en la misma temporada de 2019, la última previa a la pandemia, y que fue una temporada récord para los aeropuertos españoles en cuanto a pasajeros que pasaron por ellos con 275 millones.
Marín reafirmó que de momento, pese a la guerra en Ucrania, en Aena no tenían ningún dato que diga que no va a haber recuperación, y que se mantiene la previsión de que al final de la temporada hayan pasado por los aeropuertos de Aena entre un 70 y un 80 por ciento del número de viajeros en la temporada de verano de 2019. Pero que todo dependerá de la duración del conflicto ucraniano.
Gándara mantuvo estas apreciaciones, señalando que, por ejemplo, en diciembre de 2021 se esperaba haber llegado a un 80 por ciento de recuperación, pero que al final se quedó en un 70 por ciento, cifra muy por encima de la de un año antes.
También señaló el precio del combustible, que se ha duplicado desde el inicio del COVID-19, y las diferentes políticas de las aerolíneas a la hora de protegerse contra los cambios del precio. Pocos profesionales no dejan de recordar cuando hace unos años el precio del petróleo llegó a los 150 dólares el barril y con los expertos señalando que llegaría a los 200, solo para derrumbarse rápidamente a los 30 dólares. Ello causó más de un dolor de cabeza entre las aerolíneas que corrieron a realizar coberturas contra nuevas subidas, lo que llevó a importantes pérdidas, mientras que las que apostaron por esperar un poco más, vieron disminuir sus costes de combustible rápidamente.
El presidente de ALA destacó el hecho de que la confianza del consumidor iba subiendo como demostraban los aumentos de reservas, pero que con la invasión de Ucrania, esta se aplanó. Sin embargo, coincidió con Marín en el hecho de que la temporada terminará con cifras muy próximas a las de 2019.
Javier Marín recordó que la mayoría de los mercados están creciendo, salvo Asia, donde siguen habiendo importantes restricciones ante la pandemia, lo que reduce las posibilidades de viajar.
Ambos concurrieron en señalar los problemas que además enfrentan los vuelos entre Europa y Asia por el cierre del espacio aéreo ruso, lo que obliga a importantes desvíos para muchas aerolíneas, aunque España, por su posición geográfica, es uno de los países europeos menos afectados.
Uno de los pocos puntos de desencuentro entre ambos en este fórum fue el tema de las tasas aeroportuarias, y en especial las que se han cargado por los controles sanitarios en los aeropuertos frente al COVID-19. Marín cifró este coste en unos pocos céntimos por pasajero, y Gándara replicó que sí, pero que esos pocos céntimos suman ya 150 millones de euros, y que, dado que son medidas destinadas a proteger a todo el mundo, no solo a los pasajeros, y que no entendía que fuesen las aerolíneas y los pasajeros los únicos que tuviesen que cargar con su coste.
Con ello recordó que en una aerolínea, en torno al 30 por ciento de sus costes operativos se deben al combustible y otro 15 o 20 por ciento a las tasas aeroportuarias y de navegación aérea.
A esto, Javier Marín recordó que las inversiones que realiza Aena en los aeropuertos no reciben ni un euro de los presupuestos generales españoles. Solo se financian con las tasas que cobra a sus clientes —algo en lo que coincidió Gándara—. Tras recordar que estas tasas están congeladas hasta 2026, y afirmó que este modelo no va a cambiar y que en Aena van a seguir siendo competitivos. Igualmente, explicó que es preciso ir pensando ya en una ampliación y modernización de las infraestructuras aeroportuarias, de cara a los próximos diez años.
El siguiente tema que trataron fue el de los slots aeroportuarios. Recordado la normativa del 80/20. El que una aerolínea debe operar un mínimo de un 80 por ciento de cada uno de sus slots para poder mantenerlo de cara a la siguiente temporada. Y como desde la Comisión Aérea se redujo a un 60 por ciento en lo peor de la pandemia, cuando las aerolíneas no podían volar en muchos casos por las restricciones impuestas por los gobiernos. Este porcentaje se ha elevado ya al 64 por ciento para esta temporada y se espera que para la próxima de invierno se vuelva ya al 80 por ciento.
Gándara señaló sobre esto el tema de los llamados vuelos fantasma. Aquellos que algunas aerolíneas han realizado sin un solo pasajero a bordo, solo para llegar al porcentaje de vuelos precisos para mantener el slot. Gándara reconoció que es una práctica que ocurre pero solo de forma muy puntual. Además Marín afirmó que en el tema de los slots, aeropuertos y aerolíneas van de la mano. Que no haya vuelos es también malo para los aeropuertos que no pueden quedarse a esperar qué pasa, con unas infraestructuras paradas.
Otro punto de acuerdo entre ambos fue sobre la frustrada ampliación del aeropuerto de Barcelona, que los dos juzgaron necesaria para lograr que este logre convertirse en un importante hub como lo es Madrid, y que habían sido diversas restricciones las que hasta ahora han impedido un desarrollo pleno de lo que se había propuesto hace ya 20 años. Gándara incluso recalcó el hecho de que ya en 2018 y 2019 desde Eurocontrol se había pedido la ampliación como principal medida para acabar con los importantes retrasos que se estaban dando en el aeropuerto.
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