Además de volver a los beneficios en 2022, el número de pasajeros en los aeropuertos españoles podrían superar a los de 2019.
Aena ingresó en 2022 4.237,5 millones de euros, un incremento del 69,3 por ciento respecto a 2021. De estos. 2.418 millones de euros, un 81,5 por ciento más que en 2021 correspondieron a los denominados ingresos aeronáuticos (los relacionados con las aerolíneas y la operación de aeronaves); 1.243,8 millones de euros, un aumento del 37,5 por ciento correspondieron a los ingresos comerciales (básicamente el alquiler de espacios para locales comerciales en los aeropuertos). El resto de los ingresos corresponden a los ingresos internacionales e inmobiliarios.
Con este aumento de los ingresos, y unos gastos contenidos, similares a los de 2019, salvo por el fuerte incremento del coste de la energía eléctrica, que se ha casi duplicado de 146 millones a 268,4 millones en un año, Aena ha cerrado el año con unos beneficios de 901,5 millones de euros. De cara a la próxima junta general de accionistas, a celebrarse el 30 de abril, y donde deben aprobarse las cuentas, se propondrá un dividendo de 4,75 euros por acción.
Un aspecto que tanto Maurici Lucena, presidente y consejero delegado, y José Leo, director económico-financiero, que han sido los encargados de presentar los resultados del año, han querido destacar es que Aena ha tenido que reformular sus cuentas de 2021 debido a un cambio contable respecto al dinero que ha dejado de ingresar, unos 700 millones de euros, de los adjudicatarios de las tiendas del aeropuerto por orden del Gobierno. Antes, dicho importe se tenía que repartir entre todos los años de la adjudicación de esos locales. Ahora, debe hacerse solo en los años en que no se ha producido dicho ingreso contable.
En el año 2022 243.681.775 viajeros pasaron por los aeropuertos españoles de Aena, lo que supone un 88,5 por ciento de los que lo hicieron en 2019 y un 103,1 por ciento de los de 2021. Con respecto a 2021, ese incremento se reparte en un 58,2 por ciento en el tráfico nacional, y un 138,4 en el internacional.
Esta cifra de casi de 243,7 millones de viajeros se incrementa hasta los 270,7 millones cuando se añaden los aeropuertos de Londres Luton y los seis que Aena gestiona en Brasil. Ello supone un 88,1 por ciento del total de 2019 y un 98,5 por ciento del de 2021.
Si estas cifras ya son prometedoras en cuanto a la recuperación del tráfico aéreo en España, más lo es el hecho de que Aena, en función de la marcha de la economía española, y de la operatividad anunciada por las aerolíneas para el año, ha decidido cambiar sus previsiones de pasaje para 2023, Si hasta ahora estimaban que cerrarían el año con entre el 87 y el 97 por ciento del número de pasajeros de 2019, ahora, con la presentación de los resultados de 2022, han decidido emitir una nueva previsión, que sitúa la horquilla del número de pasajeros en entre el 94 y el 104 por ciento de 2019.
Sobre las operaciones en el extranjero, Lucena y Leo confirmaron que el lunes 27 de febrero, el ayuntamiento de Luton, propietario del aeropuerto que Aena gestiona en concesión hasta 2032, inició el proceso formal para ampliar la capacidad del mismo de los 19 millones de pasajeros anuales a 33 millones en el año 2050. Ambos declinaron contestar a cómo será esta ampliación dado que es responsabilidad del propietario, y además, su realización excede el período de concesión.
Respecto a los once nuevos aeropuertos brasileños cuya gestión ganó Aena el pasado año, Lucena señaló que ya se ha realizado el desembolso económico marcado en los pliegos, y que esperan en unas pocas semanas firmar el contrato de concesión y tomar control efectivo de los mismos en unos pocos meses.
Lucena también fue preguntado durante la presentación de los resultados por la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat, y especialmente por la propuesta de construir una cuarta pista en una isla artificial unida a tierra por una calle de rodaje para los aviones.
El presidente de Aena señaló que esto es solo una idea, no una propuesta, aunque dejó abierta la puerta a que en el futuro sea una propuesta a estudiar si así se decide en una mesa que se constituirá a lo largo de este año para estudiar de nuevo la posible ampliación del aeropuerto barcelonés.
Otra pregunta, o mejor, preguntas, fueron sobre las torres de control privatizadas, la propuesta de privatizar más que se ha puesto en marcha, y la posibilidad dee privatizar centros de control de aproximación.
Sobre los últimos, Lucena dejó claro que la normativa actual española no lo permite, pero que en cualquier caso es el Gobierno español y no Aena quien decide.
Sobre las privatizaciones, se situó del lado de las aerolíneas, al señalar que en todos estos años de gestión privada de algunas torres, no se ha producido ningún incidente de seguridad que se pueda relacionar directamente con dicha privatización. Que la calidad del servicio es “cuando menos igual, sino mejor”. Que el servicio que se ofrece es más barato que el de Enaire, y que ese descenso del conste se ha trasladado al precio de los billetes de avión por parte de las aerolíneas.
Finalmente, señalar que, con la recuperación del tráfico aéreo, Aena ha decidido regresar básicamente a los incentivos a las aerolíneas que ofrecía antes de la pandemia.
Según han explicado: “Este esquema incentiva nuevas rutas a destinos no servidos, el crecimiento en rutas en aeropuertos de menos de 3 millones de pasajeros y el crecimiento en rutas con destino a Asia. El incentivo consiste en el reembolso del 100 por ciento de la tarifa aeroportuaria del pasajero correspondiente al número de pasajeros de cada compañía”.
Con todo: “El número de pasajeros máximo a incentivar por cada compañía tiene un límite fijado por el número de pasajeros que la aerolínea crece en el aeropuerto y en el total de la red”.
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