Airbus ya está trabajando en la próxima generación de alas con la sostenibilidad en el punto de mira.
Como todos los aviones Airbus, el borde de fuga del ala del A350 puede adaptarse en vuelo como el ala de un pájaro para optimizar su perfil aerodinámico. El reposicionamiento dinámico reduce la resistencia y el peso y, por tanto, el consumo total de combustible. Esta ultraeficiencia es un anticipo de lo que está por venir.
Los aviones de nueva generación, dentro de un par de décadas, volarán con alas más delgadas, ligeras y significativamente más largas, para reducir drásticamente la resistencia, el consumo de combustible y las emisiones. Los aviones comerciales funcionarán como planeadores.
Parece sencillo, pero los ingenieros de hoy se enfrentan a decisiones de diseño en una encrucijada de eficiencia de combustible, facilidad de funcionamiento y facilidad de producción. Para los fabricantes de alas de Airbus, la carrera hacia una aviación con bajas emisiones de carbono empieza sobre el terreno: en túneles de viento, laboratorios, oficinas de diseño, en la cadena de montaje, en torno al enfriador de agua.
La envergadura óptima de un futuro avión de pasillo único es mucho mayor que los 35,8 metros actuales. En ese caso, habría que plegar las puntas de las alas para adaptarse a las limitaciones de las pistas de rodaje y las puertas de embarque.
Las nuevas alas tendrán múltiples superficies «inteligentes». Facilitarán la gestión de la resistencia, la sustentación y las cargas y harán que el ala responda mejor a las ráfagas repentinas. Funcionaría como un águila extendiendo o retrayendo sus «dedos» para elevarse o lanzarse en picado.
Airbus ya está experimentando con alerones articulados en su demostrador a pequeña escala AlbatrossONE, que reaccionan a las perturbaciones del flujo de aire y ayudan a reducir la resistencia aerodinámica.
UpNext, la incubadora tecnológica de Airbus, está abriendo camino con su demostrador eXtra Performance Wing, que realizó su primer vuelo en noviembre de 2023. A partir de 2025 el proyecto utilizará un avión de negocios ligero para probar algunas de las ideas más ambiciosas de Airbus en materia de alas. El demostrador llevará los límites del vuelo más allá de lo que permiten las operaciones tripuladas, con el objetivo de reducir globalmente las emisiones de CO2 de la próxima generación de aviones.
A diferencia de los aviones actuales, que almacenan queroseno en el ala, los propulsados por hidrógeno probablemente contendrían hidrógeno refrigerado criogénicamente en depósitos del fuselaje.
El programa Wing of Tomorrow R&T de Airbus ya está estudiando más de 100 tecnologías para hacer frente a los retos que suponen las alas del mañana.
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