Como era de esperar, y ante el voluminoso contrato perdido, EADS North Amercia ha hecho público un comunicado en el que altos cargos de la filial estadounidense de EADS manifiestan: «su desconcierto« por la decisión de la USAF de elegir un producto «conceptual«, frente a su «probado sistema de reabastecimiento en vuelo».
La decisión final de la USAF de elegir el modelo de Boeing para el macrocontrato de sustitución de 174 aviones cisternas de la flota actual de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, ha provocado la reacción inmediata del segundo en discordia. EADS North América ha emitido un comunicado en el que insiste en que la filial de la multinacional aeronáutica europea está: «muy interesada en discutir con la Fuerza Aérea estadounidense cómo llegaron a esta conclusión”, ha afirmado Ralph D. Crosby Jr., Presidente de EADS North America.
El giro que han tomado los acontecimientos, cuando todo el mundo en los últimos tiempos daba por sentado que seria la empresa europea la que se haría con el contrato, gracias al importante lobby creado alrededor de la propuesta europea ante la promesa de construir una planta de ensamblaje en Mobile, Estado de Alabama, yel compromiso de contratar con más de 1.000 empresas estadounidenses como proveedores del programa, y crear unos 48.000 puestos de trabajo ha ocasionado este estupor.
Sean O’Keefe, Consejero Delegado de EADS North America, afirma en el mismo comunicado que: “Si bien esperábamos una conclusión distinta, es importante recordar que ésta es una de las muchas oportunidades de negocio para EADS en Estados Unidos. Contamos con una tecnología excepcional y con plataformas que ofrecenmuchas capacidades, que serán de inapreciable valor para las fuerzas armadas de Estados Unidos, ahora y en el futuro. Hemos aprendido mucho en este proceso, hemos desarrollado en EE.UU. una estructura de primera categoría y nos hemos ganado el respeto del Departamento de Defensa.»
El «culebrón» del contrato de los aviones cisterna, de la USAF, no ha terminado todavía, y hay que tener en cuenta que la flota actual de cisternas de la USAF es de más de 400 unidades, por lo que los aviones ahora contratados, no resolverían las necesidades totales de reabastecimiento en vuelo de la pontente fuerza aérea estadounidense.
Respecto a los próximos pasos a dar, por parte de EADS North America, el presidente de la compañía ha manifestado que: “Ante un programa de tal complejidad, nuestra evaluación de la decisión de hoy llevará un tiempo. Hay más de 48.000 estadounidenses que están ansiosos por construir los KC-45 aquí, en EE.UU., y les debemos un pormenorizado análisis de la situación”.
GALLOIS MANIFIESTA TAMBIÉN SU PERPLEJIDAD
La reacción europea no se ha hecho esperar, y el presidente del grupo, el francés Lois Gallois ha manifestado,en la misma línea que sus colegas norteamericanos que: «Estamos compeltamente en desacuedro y perplejos por la decisión del Pentágono. Por supuesto hemos perdido una oportunidad pero esto no cambia nuestros objetivos económicos en el medio plazo. Buscaremos otras vías de expandir nuestra presencia en el mercado norteamericano. Ya tenemos importantres y exitosos programas de colaboración con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos,….Mantenemos nuestra buena dispoisición para seguir desarrollando nuestra actividad en los Estados Unidos.»
En la rocambolesca historia de este contrato para la renovación de los aviones cisternas de la USAF, va a hacer ahora un año -marzo de 2010- que EADS y su socio norteamericano en el este programa, Nortrhop Grumman, decidieron retirarse de la puja por el contrato, ante lo que consideraron una apuesta del Departamento de Defensa por el avión de Boeing. En ese momento el consorcio argumentaba su decisión en un comunicado afirmando que: «El concurso favorece claramente a los aviones cisterna de reabastecimiento más pequeños de Boeing, sin tener en cuenta la capacidad de otros tanques más grandes, lo que nos excluye de cualquier oportunidad competitiva. Lamentablemente esto significa que la Fuerza Aérea estadounidense operará con aviones cisterna menos capaces que muchos de nuestros aliados«.
Tras la decisión, y unos meses después, la multinacional europea decidió presentarse en solitario al concurso de la mano de EADS North America, contando como baza principal de la propuesta que su avión ya estaba en servicio, que contratarían trabajadores norteamericanos y que contarían con una amplia lista de proveedores del país. La decisión de volver a entrar en la puja se explicó entonces como el empeño personal de Domingo Ureña, presidente de Airbus Military. En ese momento también se habló de la oposición de Lois Gallois a seguir peleando por un contrato que el francés daba por «resuelto en favor de Boeing» y que estaba ocasionando mucho desgaste y asignación de recursos en un momento en el que el grupo estaba inmerso en el lanzamiento y desarrollo de otros importantes programas, como la resolución final del contrato del A400M con los países europeos clientes del avión de transporte, y el A350 XWB.
Aunque desde España no se ha hecho todavía ningún comunicado, el anuncio supone un auténtico revés para nuestro país. El cálculo realizado es que un 10 por ciento del total del contrato, 35.000 millones de dólares, serían facturación para la filial española.
[…] va a pedir al Pentágono una reunión para que les expliquen cómo ha ganado Boeing el concurso.” Estamos muy interesados en discutir con la Fuerza Aérea estadounidense cómo llegaron a esta conclu…. Esta reunión está contemplada en las bases del concurso y tras ella EADS North America podrá […]