Boeing ha confirmado que finalmente ha llegado a un acuerdo con el Pentágono y la compra de los nuevos Air Force One es ya un pedido en firme.
En el año 2015 el presidente de Estados Unidos Barack Obama “autorizaba” al Pentágonoç (el ministerio de Defensa de Estados Unidos) a negociar la compra de dos nuevos aviones para servir como Air Force One en sustitución de los dos Boeing 747-200 en servicio desde 1990.
Sin embargo, la elección de Donald Trump enfrió la compra de los aviones, cuando el entonces recién elegido vino a decir por medio de Twitter “Boeing nos roba” con el precio anunciado por los dos nuevos Boeing 747-8I, modelo que se había elegido como sustituto.
Tras una reunión con Dennis Muilenburg, presidente de Boeing, este aceptó bajar el coste de los 4.200 millones de dólares a algo menos de 4.000 millones, y Trump anunció que había logrado una importante reducción en el precio: “Hemos reducido ese precio en más de 1.000 millones de dólares y probablemente no haya hablado durante más de una hora sobre el proyecto. Tengo a los generales que son fantásticos, pero le he dicho a Boeing que no es suficiente, el precio es todavía demasiado alto”.
Finalmente se llegó a un acuerdo por el que el Pentágono y la USAF renunciaban a dos células construidas de acuerdo a sus especificaciones y aceptaban que los dos aviones se modificasen a partir de dos B-747-8I que ya estaban construidos para la rusa Transaero, la cual había cerrado el 25 de octubre de 2015. El pedido de Transaero, efectuado en diciembre de 2013, era por cuatro aviones, y como decimos, dos de ellos ya estaban en producción. Una vez completados y realizado su primer vuelo de prueba, fueron enviados a Victorville (California) para su almacenaje en 2017. Se trata de los aviones número de serie 42416/1519 y 42417/1523.
Así, el viernes 10 de noviembre, dentro de la actualización semanal de sus pedidos, como si nada, Boeing incluía los dos B-747 de la USAF en dicho listado, señalando eso sí, que antes estaban incluidos como de un cliente no identificado.
La entrada en servicio de los dos aviones está prevista para 2024 una vez hayan sido modificados para su nuevo uso.
Era de esperarse una noticia así. Trump quiere repotencializar la industria americana y claro al reducir el precio del B747-8 esta vez Estados Unidos tendrá sus Air Force One al mismo tiempo que hará propaganda de éste avión.
De pronto los monarcas arábigos opten un día por un A380 al estilo Air Force One pero siendo realistas es una posibilidad muy remota ya que es para todos una opción muy onerosa.
Ya le habrán explicado que se trataba de una financiación encubierta…