El nuevo administrador de la FAA, Stephen Dickson se ha negado a poner fecha de regreso al cielo del Boeing 737 MAX durante su toma de posesión.
Stephen Dickson, antiguo presidente de Operaciones Aéreas de Delta prestó juramento, ayer día 12, como nuevo administrador (presidente) de la Administracion Federal de Aviación de Estados Unidos, la FAA.
En su primera declaración tras la toma de posesión, y ante las denuncias de que la FAA había hecho muy mal su trabajo a la hora de certificar el Boeing 737 MAX (algo que está investigando el Senado de Estados Unidos), ha señalado que “Quiero, de nuevo, dejar claro y que estoy completamente comprometido, que la FAA es una organización impulsada por la seguridad (safety), y que la seguridad es mi mayor prioridad. El avión no volverá a volar en servicios comerciales hasta que esté completamente seguro de que es seguro para ello”.
Mientras, el grupo alemán TUI ha anunciado en sus últimos resultados económicos que estima en 300 millones de euros el coste que tendrá la paralización de estos aviones en varias de las aerolíneas con las que cuenta.
Boeing, por su parte, ya anunció el pasado mes de julio que estaba evaluando la suspensión temporal de la producción del B-737 MAX mientras dure la suspensión de las operaciones.
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