Tres días ha estado la FAA volando en el B-737 MAX para comprobar todas las modificaciones realizadas por Boeing
Boeing está un poco más cerca de poder volver a ver el B-737 MAX en servicio comercial.
Entre el 28 de junio y el 1 de julio, la FAA ha estado evaluando en vuelo las últimas modificaciones propuestas por Boeing para que el B-737 MAX pueda lograr de nuevo su certificado de aeronavegabilidad. Estos han sido los últimos vuelos por parte de los pilotos e ingenieros de la FAA a lo largo del último año.
Durante esta última tanda de vuelos se ha llevado a cabo una importante serie de maniobras de vuelo y procedimientos de emergencia.
Ahora toca examinar los datos e informaciones obtenidas durante estos vuelos así como durante todas las pruebas efectuadas desde que Boeing comenzó a proponer soluciones al problema detectado en el MCAS que causaron los dos accidentes que llevaron a la paralización en tierra de todos los aviones del modelo en servicio (salvo para vuelos de prueba o traslado, estos con permisos especiales en cada caso).
La FAA no ha querido dar una fecha para esta certificación “Si bien la finalización de los vuelos es un hito importante, quedan varias tareas clave, incluida la evaluación de los datos recopilados durante estos vuelos. La agencia está siguiendo un proceso deliberado y se tomará el tiempo necesario para revisar a fondo el trabajo de Boeing. Levantaremos la orden de puesta a tierra solo después de que los expertos en seguridad de la FAA estén satisfechos de que la aeronave cumple con los estándares de certificación”, han indicado desde la agencia.
Entre los trabajos que está llevando a cabo la FAA para el B-737 MAX están los de la Junta de Normalización de Vuelo y la Junta de Evaluación de Operaciones Conjuntas, en las que están representadas las autoridades aeronáuticas de Brasil, Canadá y Europa. Estas evaluarán los requisitos mínimos de capacitación de pilotos, siendo responsabilidad de la primera el redactar un primer informe para consulta pública de las conclusiones de ambas juntas. Tras esa consulta pública, la Junta de Normalización de Vuelo será la encargada de redactar el informe definitivo.
Al mismo tiempo, la Junta Asesora Técnica, en la que también están presentes varias autoridades aeronáuticas, revisará la documentación de diseño final de Boeing para evaluar el cumplimiento de todas las regulaciones de la FAA. Una vez la FAA acredite que con las modificaciones previstas el Boeing 737 MAX cumple con las normas de certificación, y la junta asesora revise también la documentación aportada por Boeing, emitirá su propio informe.
Durante este proceso la FAA emitirá diversas notificaciones en las que se informará de las acciones de seguridad de importancia pendientes y al menos una directiva de aeronavegabilidad para realizar las modificaciones precisas para corregir las deficiencias que causaron la paralización y las encontradas posteriormente y que será necesario llevar a cabo antes de que cada avión pueda volver a volar en servicios comerciales y una vez la FAA emita su orden que levantará la paralización en tierra, pendiente de que se lleven a cabo esos trabajos.Además las aerolíneas deberán dar a sus pilotos la formación que se determine finalmente.
Y finalmente, antes de cada nueva entrega de un B-737 MAX, inspectores de la FAA certificarán cada avión mediante una revisión presencial del avión.
Recordar que el que la FAA recertifique el Boeing 737 MAX no significa que las autoridades aeronáuticas de cada país acepten esta certificación de forma automática. Como se ha señalado, hay varias autoridades presentes en el proceso, y Boeing ha realizado en este tiempo diferentes reuniones informativas con numerosas autoridades.
Añadir comentario