IATA ha emitido unas nuevas previsiones que señalan una caída del 55 por ciento de las ventas de billetes de avión por el COVID-19 frente a un 44 por ciento de las anteriores.
IATA, la asociación internacional del transporte aéreo estima que la situación de las aerolíneas se ha agravado de forma importante desde que emitió sus anteriores previsiones el pasado 24 de marzo, dentro de la crisis generada por la pandemia del COVID-19.
Así, anteriormente calculaban que la caída del tráfico aéreo sería de un 65 por ciento a nivel mundial en el mes de marzo, y que en el segundo trimestre del año se comenzarían a levantar las restricciones a los viajes. La realidad en los primeros días de abril refleja una disminución del tráfico aéreo de casi el 80 por ciento,
Con esto, IATA estima ahora que las aerolíneas dejarán de ingresar en 2019 por el COVID-19 314.000 millones de dólares, lo que representa una disminución del 55 por ciento en los ingresos respecto a 2019.
En sus previsiones del 24 de marzo, esa disminución era de “solo”, 252.000 millones, un 44 por ciento.
La realidad es que las restricciones de viajes se van a extender mucho más de lo esperado anteriormente. Ahora IATA considera que los mercados domésticos podrían comenzar a abrirse a lo largo del tercer trimestre de 2020, pero que los internacionales lo harán más tarde. Según los nuevos cálculos, para el último trimestre de 2020 sólo se habrá recuperado la mitad del tráfico aéreo internacional medido en asientos kilómetro ofertados (AKO).
Estimación de la caída del tráfico aéreo en 2020
Región | Variación AKO (%) | Disminución de los ingresos (millones de dólares) |
Asia-Pacífico | -50 | -113.000 |
América del Norte | -36 | -64.000 |
Europa | -55 | -89.000 |
Oriente Medio | -51 | -24.000 |
África | -51 | -6.000 |
América Latina | -49 | -18.000 |
Total | -48 | -314.000 |
Según ha explicado Brian Pearce, economista jefe de IATA, que fue el encargado de presentar las nuevas cifras, las nuevas previsiones mundiales señalan que las dadas en marzo se han quedado cortas. Sí en marzo se creía que el PIB mundial caería menos del 1 por ciento respecto a 2019, ahora se calcula que será del 6 por ciento. Eso sí, para 2021/2002 las previsiones son mejores. Si antes se estimaba un crecimiento anual de hasta un 6 por ciento, para después estabilizarse en torno al 4 por ciento, ahora el pico de recuperación podría llegar al 9 por ciento, antes de volver a ese 4 por ciento que es la media de la última década. “El tráfico de pasajeros sigue de cerca la evolución del PIB. El impacto de la reducción de la actividad económica en el segundo trimestre disminuiría el tráfico de pasajeros en un 8 por ciento en el tercer trimestre”, afirmó Pearce siguió “Los pronósticos de la industria se están oscureciendo día a día. La magnitud de la crisis hace improbable una recuperación en forma de V. De manera realista, será una recuperación en forma de U, con una recuperación del tráfico interno más rápida que en los mercados internacionales”.
Por su parte, el director general de IATA, Alexandre de Juniac, señaló que: “nunca antes hemos visto una recesión tan profunda como esta” y que “en otras palabras, la mitad de nuestro negocio está desapareciendo, Es catastrófico”. Recordó que aunque los gobiernos den ayudas a las aerolíneas “la situación sigue siendo crítica, y sin ayuda urgente, muchas aerolíneas no podrán sobrevivir y contribuir a la recuperación económica”. Y volvió a pedir “Los gobiernos deben incluir la aviación en sus programas de estabilización. Las aerolíneas están en el corazón de una cadena de valor que soporta unos 65.5 millones de empleos en todo el mundo. Cada uno de los 2.7 millones de empleos en aerolíneas soporta otros 24 empleos en la economía. La ayuda financiera a las aerolíneas debería ser hoy una política crítica de los gobiernos”.
Pearce completó su presentación, como también hizo De Juniac, recordando que IATA pide a los gobiernos un apoyo financiero directo “a los transportistas de pasajeros y carga para compensar la reducción en los ingresos y la escasez de liquidez atribuible a las restricciones de viaje impuestas en el contexto de COVID-19. Préstamos, garantías de préstamos y respaldo del mercado de bonos corporativos por parte de gobiernos o bancos centrales. Y desgravaciones fiscales: descuentos en los impuestos sobre la nómina pagados en 2020 y plazos de pago extendidos para el resto de 2020, así como excenciones temporales de impuestos de boleto y otros gravámenes gubernamentales”.
Para el director general de IATA “hasta donde hemos visto, la flexibilización de las medidas de bloqueo no incluye un reinicio de la aviación. Y las decisiones individuales de cada país no pueden permitir la restauración de los servicios aéreos internacionales cuando otros mercados permanecen cerrados. Además, China y Corea del Sur, países que han tenido éxito en el control de la enfermedad dentro de sus propias fronteras, ahora están duplicando las restricciones de viaje internacional porque no quieren arriesgarse a importar un segundo brote.
Los gobiernos que reabran sus economías deben confiar en que la enfermedad también está bajo control en los países con los que hacen negocios. De lo contrario, no harán que viajar sea fácil o conveniente.Los pasajeros, por negocios o placer, también necesitarán recuperar su confianza. No volverán a viajar hasta que se sientan personalmente seguros al hacerlo. Tendrán que confiar en que su viaje no se verá interrumpido por la enfermedad o por restricciones de cuarentena,Y deben tener confianza en la situación económica.No subestimo los desafíos que tenemos por delante. Sin embargo, las claves del éxito son bien conocidas en el mundo de la aviación: cooperación y armonización.Las acciones unilaterales sucesivas de los estados pueden detener la aviación como hemos visto. Pero las acciones unilaterales no pueden reiniciar la aviación. Los gobiernos deben trabajar entre sí y junto con la industria”.
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