España se ha convertido en el noveno país europeo en firmar al manifiesto europeo por una aviación social, que aboga por un empleo de calidad en la aviación.
El Gobierno español, por medio del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se ha adherido al Manifiesto por una Europa Social en Aviación, firmado el 7 de diciembre de 2020 por los ministros de transportes de Austria, Holanda, Francia, Dinamarca, Luxemburgo y Bélgica, y al que posteriormente se incorporaron Italia y Portugal.
Desde el sindicato de pilotos Sepla se ha celebrado esta firma, recordando que ya habían solicitado al Gobierno que se sumase a esta iniciativa: “Una llamada que finalmente ha obtenido respuesta. Con esta firma, España deja por fin constancia de su compromiso con una aviación basada en los principios de desarrollo y justicia social, imprescindibles para relanzar el sector tras la crisis del COVID garantizando que las empresas cumplen las normativas fiscales, laborales y sociales vigentes en los países de la Unión Europea y que juegan todas, tanto empresas como trabajadores, en igualdad de condiciones” han señalado desde el mismo.
Este manifiesto comenzó a circular en 2018, y según explican desde el sindicato “identifica algunas de las deficiencias estructurales del sector de la aviación en Europa, que han desembocado en una enorme precariedad y vulnerabilidad legal para muchos pilotos. Así, el manifiesto señala ‘la asombrosa incertidumbre jurídica en cuanto a la legislación laboral, de seguridad social y fiscal aplicable, el desigual terreno de juego dentro del mercado único de la aviación en Europa, los diferentes niveles de protección de los trabajadores o la inadecuada aplicación de las normas laborales a nivel nacional’ como algunos de los factores que han provocado la proliferación de modelos de trabajo precarios”.
Entre las peores prácticas que se denuncian, como señala Oscar Sanguino, presidente de Sepla en el video que acompaña a esta noticia, está la de los falsos autónomos contratados por medio de empresas de servicios, cuyos contratos califican desde Sepla como “irregulares y fraudulentos” y que “dejan a los trabajadores en una posición de enorme inseguridad jurídica, al no tener claras ni las leyes de aplicación ni la persona, física o jurídica, sobre la que reclamar un posible incumplimiento. Además, son los responsables de que el dumping social sea cada vez más frecuente en las aerolíneas, ya que les permite contratar tripulaciones en terceros países con condiciones más laxas”.
Con la firma del manifiesto, los países firmantes reconocen estos problemas que, de perpetuarse, “corren el riesgo de impedir la recuperación de la industria de la crisis”, y por ello se comprometen a buscar soluciones conjuntas que combatan este tipo de contratos “y afiancen el empleo estable y de calidad entre todos los trabajadores de la aviación”.
De esta forma, desde Sepla, por medio de su presidente, consideran que la firma española es “un gesto con el que pone la primera piedra para avanzar hacia una aviación basada en la sostenibilidad ambiental y social. España ha hecho con esto una declaración firme y rotunda en pro de toda la aviación. Entendemos que esta declaración se materializará con un seguimiento de las políticas empresariales hacia sus empleados, especialmente durante la recuperación del sector y cuando termine la vigencia de los ERTE por causa de fuerza mayor”.
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