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Historia aviación

100 años del Junkers F13

Hoy 25 de junio se cumplen 100 años del primer vuelo del Junkers F13, el primer avión de pasajeros moderno.

Hoy 25 de julio, hace 100 años volaba el avión que puede ser considerado con justicia el padre de los aviones comerciales modernos. El Junkers F13 despegaba desde Dessau con el piloto Karl Monz a los mandos. El avión era conocido como Annelise, el nombre de la hija de Hugo Junkers. El vuelo fue todo un éxito, y la compañía comenzó una serie de vuelos de prueba y batió varios records, a pesar de las restricciones del Tratado de Versalles. El 18 de julio volaba el segundo F13, llamado Herta.

La primera Guerra Mundial termina el 11 de noviembre de 1918, cuando Alemania acepta las condiciones del armisticio. Empieza entonces una etapa muy dura para los germanos, que ven parte de su territorio desmembrado y su industria desmantelada, especialmente la aeronáutica. Las empresas se ven obligadas a despedir a cientos de miles de trabajadores al cortarse los contratos militares.

Junkers había anticipado estos hechos, y la realidad de que el mercado estaría copado por miles de aviones desmovilizados, que se venderían casi a precio de chatarra, y equiparían las primeras líneas aéreas. Como consecuencia, si quería algo de esa tarta, Junkers tendría que ofrecer algo mucho mejor de lo que había disponible.

Antes de que concluyesen las hostilidades el ingeniero Otto Reuter ya estaba trabajando en el J12, un derivado del J10 militar, con capacidad para 4 personas. Este avión voló en diciembre de 1918, solo un mes después del fin de la guerra. Sin embargo, fue juzgado demasiado pequeño, por lo que Reuters y su equipo de ocho ingenieros se pusieron a trabajar en el F13 (“F” por Flugzeuge, avión o aeronave en alemán, rompiendo la secuencia de “J” por Junkers). Después de 9.000 horas de trabajo produjeron el diseño del F13: un monoplano con capacidad para 6 personas, de cabina cerrada, calefactada (menos los pilotos), todo en duraluminio, y con una apariencia decididamente moderna para la época.

El Annelise batió un record de altura el 13 de septiembre de 1919 cuando alcanzó los 6.750 metros con 8 personas a bordo. La hazaña no fue admitida como récord porque en aquellos momentos Alemania no formaba parte de la FAI, pero Junkers consiguió mucha publicidad para su nuevo avión.

El primer pedido del nuevo avión llegó de fuera de Alemania. El americano John Larsen lo recibió en 1920, y se preparó para comercializarlo en Estados Unidos. Los planes sufrieron un duro golpe cuando la Comisión de Control Interaliada lo declaró de posible uso militar, prohibiendo su comercialización. Esta restricción se levantó en noviembre del mismo año.

La compañía Junkers-Larsen se fundo en mayo de 1920 para comercializar el F13, y para 1921 había recibido 21 ejemplares, que se montaban en Estados Unidos. Muchos de estos aviones fueron empleados en servicios postales y algunos fueron exportados a Canadá. La Marina de EE.UU. aceptó 3 al servicio, y el Ejército de EE.UU., otros 2.

Las ventas americanas mantuvieron vivo al F13, porque hasta 20 ejemplares fueron incautados por la Comisión de los Aliados, y fueron destinados a reparaciones de guerra. Las restricciones comenzaron a ser menores hacia 1922, pero entonces Fokker ya tenía el F.II en servicio, la vida para el F13 se hizo más complicada. Una de las características esenciales del F13 era su facilidad para ser equipado con flotadores, facilitando su uso en áreas remotas donde no había aeropuertos.

A pesar de ello, Junkers produjo un total de 322 unidades del F13 en sus diferentes versiones, 3 de ellos vinieron a España. Se hicieron planes para producir el F13 en la factoría de Fili, en las afueras de Moscú. La producción del avión conocido con Ju13 no fue tan bien como se pensaba. A pesar de ello, 49 F13 operaron en la Unión Soviética. Al final en Fili se produjeron gran cantidad de modelos para las fuerzas armadas rusas, basados en las enseñanzas y tecnologías alemanas de la época.

La dureza de este avión fue juzgada proverbial. Pensado para unas 3.000 horas de servicio, se empleó en los lugares más alejados y en las condiciones más duras en Canadá, Siberia o Sudamérica, en campos rudimentarios y durmiendo a la intemperie. La producción cesó en 1932, después de haber creado más de 60 variantes del avión.

El F13 montó diversos tipos de motores, desde el Mercedes de 158 CV, hasta un Jaguar Major de 560 CV. En la primera época fueron los Mercedes los más utilizados, pero a mediados de los años veinte el avión montaba el Junkers L5, de 305 CV, o el Jupiter IV de 475 CV.

Otto Reuter, diseñador del F13, fue también el responsable de los diseños avanzados que Junkers puso en producción en la Primera Guerra Mundial e inmediatamente después. Reuter murió el 12 de enero de 1922, con solo 35 años.