Indra ha presentado el sistema Normarc GBAS de aterrizaje por satélite y que ya ha sido probado en el aeropuerto de Tenerife Norte.
La empresa española Indra forma parte del reducido grupo que oferta sistemas de aterrizaje por satélite usando la tecnología GBAS.
Esta hace uso de señales desde satélites para lograr una navegación más precisa en las aproximaciones a los aeropuertos, permitiendo además tanto los descensos continuos como sendas diferenciadas, todo lo cual permite reducir el consumo de combustible y las emisiones sonoras a baja cota. Otra ventaja de esta tecnología es que un solo equipo permite cubrir hasta 48 aproximaciones simultáneas a diferentes pistas, en lugar de tener que contar con un equipo por pista (un ILS con sus antenas de senda y localizador para cada una). Esto reduce costes de adquisición y mantenimiento.
Para Indra, esta tecnología “permitirá a los aeropuertos incrementar su capacidad cuando el mercado se recupere. Los sistemas GBAS son una de las tecnologías que los proveedores de servicios de navegación deberán implantar para adaptarse a la nueva realidad y mejorar la eficiencia de costes en el largo plazo”.
Las aproximaciones usando la tecnología GBAS también permiten usar diferentes sendas de aproximación a una misma pista. Así, aunque el sistema puede establecer cualquier ángulo en la senda de planeo, según nos explican desde Indra: “Esto es más una cuestión de las regulaciones de diseño de procedimientos y aeronavegabilidad para que los aviones usen las aproximaciones. Sería posible usar sendas de 5,5 grados —la usada en el aeropuerto London City por ejemplo— siempre en cuando exista la autorización para ese tipo de aproximación”.
Al poder suministrar distintas aproximaciones a una misma pista, por ejemplo “Las aeronaves que tienen aprobaciones para realizar aproximaciones más pronunciadas pueden hacerlo para reducir el ruido y el consumo de combustible, al mismo tiempo que brindan orientación de aproximación a las aeronaves que tienen aprobaciones más limitantes o durante condiciones que no permiten aproximaciones más pronunciadas”. No obstante nos reconocen que el uso de cualquier senda por encima de los 4,5 grados muy probablemente requerirá certificaciones especiales como en London City y otros aeropuertos que usan sistemas de aproximación con ese tipo de senda.
Desde Indra destacan también que las aeronaves podrán mantenerse a mayor altura más tiempo “en su aproximación y realizar descensos más pronunciados y rápidos que reducen las molestias generadas a la población que vive cerca de los aeropuertos. Esto abre incluso la puerta a la construcción de nuevos edificios residenciales en áreas que hasta ahora no se consideraban habitables o reducir las medidas de mitigación de ruidos existentes en este momento que ya no serán necesarias”.
Cuando les hemos preguntado en qué rango de velocidades se traduciría esto, reconocen que se han tenido que limitar por el momento al lo indicado en el Anexo 10, Volumen I, Anexo D de OACI donde se definen las velocidades a tener en cuenta en los distintos perfiles de vuelo, y que estas van de 290 a 135 nudos desde el inicio de la desaceleración hasta la velocidad de toma: “Para los vehículos aéreos que estén significativamente fuera de esa envolvente, la aprobación de aeronavegabilidad para esos vehículos, al implementar los elementos aéreos de GBAS, probablemente requeriría un análisis para evaluar el impacto en sus performances”.
Una estación terrestre de GBAS cuenta con varios sensores GPS, una estación de procesamiento y una antena VHF para la transmisión de datos a las aeronaves. En el caso del sistema GBAS GAST D de Indra “es el único sistema capaz de guiar el aterrizaje en condiciones de baja visibilidad y la compañía avanza en el proceso de certificación para operaciones de categoría III, la máxima posible”.
El aeropuerto de Tenerife Norte es el último donde Indra ha instalado por ahora uno de estos equipos para llevar a cabo diferentes pruebas. En el caso de Tenerife, donde trabaja junto con Enaire, estas pruebas servirán “para validar el desempeño del sistema en regiones ecuatoriales”.
Añadir comentario