Un fallo en la conexión de los cables del motor AVUM del cohete Vega provocó la pérdida de la misión Seosat-Ingenio,según las primeras investigaciones sobre el accidente del cohete durante su lanzamiento.
En rueda de prensa los responsables del lanzamiento del cohete Vega, la empresa francesa Arianespace, reconocieron que un fallo humano provocó el desvío en la trayectoria del cohete y la pérdida de la misión Seosat-Ingenio.
Según explicaron los responsables en esta rueda de prensa, todo iba bien en el lanzamiento hasta que se produjo el encendido del motor AVUM, el responsable de desplazar el cohete a la órbita elegida para la operación del satélite español, y del francés que también viajaba en esta misión.
Tras la pérdida de los satélites los ingenieros analizaron los datos de telemetría y las especificaciones de fabricación del cohete Vega. Su conclusión es que el fallo se produjo en unos cables que se conectaron al revés, de manera que los motores que controlan la trayectoria del cohete no funcionaron correctamente correctamente.
El satélite Ingenio era el segundo del Plan Nacional de Observación de la Tierra, en el que se han invertido un total de 200 millones de euros y más de 10 años de trabajo, lo que representa una enorme pérdida para la industria espacial española, al tratarse del primer satélite 100 por 100 español.
«El lanzamiento, se afirmó en rueda de prensa, no estaba asegurado, por lo que todo el programa se da por perdido»
La ESA y Arianespace establecerán una comisión de investigación independiente, presidida por Danial Neuenschwander, director de Transporte Espacial de la ESA, y Stéphane Israël, director ejecutivo de Arianespace.
El objetivo es proporcionar pruebas detalladas para explicar por qué no se dieron los pasos necesarios para identificar y corregir el error de integración. La comisión elaborará una hoja de ruta para que Vega retome los vuelos en condiciones de completa fiabilidad. Arianespace y la ESA presentarán conjuntamente los resultados de esta comisión.
“Tengo presente en mis pensamientos a todo el personal, especialmente del CDTI y del CNES, que ha trabajado con ahínco en los dos satélites perdidos”, señaló Jan Wörner, director general de la ESA, durante la rueda de prensa. “Me aseguraré en persona de que lleguemos a comprender plenamente la causa originaria, pero también de que Vega regrese con la solidez y la fiabilidad de servicio que ha demostrado desde su primer lanzamiento en 2012”.
La ESA desarrolló SEOSAT-Ingenio como misión nacional española, aunque era el resultado de un esfuerzo de colaboración internacional. Estaba financiada por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) del Ministerio de Ciencia e Innovación de España. Entre los socios estaban Airbus Defence and Space, principal contratista industrial del satélite.
La misión SEOSAT-Ingenio se había diseñado para ofrecer imágenes en alta resolución de la cubierta terrestre. Al tomar imágenes con un alto grado de detalle, la misión habría beneficiado a la sociedad de diversas formas, como en la vigilancia del uso del suelo, la ordenación urbana y la gestión del agua. Con su capacidad de mirar hacia los lados, habría sido capaz de acceder a cualquier lugar del planeta en un plazo de tres días, por lo que podría haber ayudado a elaborar mapas de desastres naturales, como inundaciones, incendios y terremotos.
El director de los Programas de Observación de la Tierra de la ESA, Josef Aschbacher, ha señaló que: “Estamos todos muy tristes por la pérdida de la misión de imágenes terrestres SEOSAT-Ingenio. Pero, a pesar de esta pérdida, quiero recordar que hemos alcanzado al cien por cien el otro objetivo, que era desarrollar un conocimiento experto sólido sobre sistemas espaciales en España. Esto ha quedado demostrado recientemente con la firma del contrato con la industria española para liderar la misión de ampliación de Copernicus LSTM”.
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