Tras la reunión mantenida a instancias de Ana Pastor, minsitra de Fomento entre Iberia y SEPLA, para tratar de llegar a un acuerdo que pusiese fin a la huelga de SEPLA, el sindicato ha acusado al consejero delegado de Iberia de despreciar al Gobierno de España.
Tras anunciar sus mejores deseos para que SEPLA e Iberia llegasen a» un mal acuerdo antes de a un buen laudo», la ministra de Fomento Ana Pastor se mostraba confiada ayer de que las huelgas de Iberia acabarían pronto con un acuerdo entre ambas partes, y que les había pedido un documento con las discrepancias.
Pero sin duda esta alegría habrá durado poco a la ministra tras recibir los documentos, según ha denunciado SEPLA, al mismo tiempo que Iberia anunciaba las medidas contra sus pilotos, y donde acusaba a estos de no querer negociar: «Asimismo, Iberia lamenta que los representantes del Sepla hayan decidido no acudir a la reunión convocada para hoy por la compañía con el fin de explicarles las medidas planteadas, incluso cuando bastaba con uno solo de ellos para que se celebrase, algo que demuestra la poca voluntad del Sepla para negociar».
Pero claro, según la nota de prensa de SEPLA Iberia, las razones están más que justificadas ante la forma de proceder del consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez Lozano:
«En el día de ayer se produjo una reunión con la Sección Sindical de SEPLA en Iberia y la dirección de IAG-Iberia, promovida por la ministra de Fomento, Ana Pastor.
Dicha reunión fue organizada por el Ministerio de Fomento para buscar vías de acercamiento que diesen lugar a una solución acordada en el conflicto de Iberia por la creación de una compañía, Iberia Express, que vulnera, operando las rutas de Iberia con aviones de Iberia, los acuerdos del Convenio de Pilotos que con motivo de la fusión se firmaron para proteger la españolidad de Iberia, y de los aeropuertos de Barajas y de El Prat, su crecimiento y desarrollo en la fusión con British Airways.
En dicha reunión, la ministra pidió a las partes que hiciesen propuestas para buscar un marco sostenible de acuerdo y así acabar con el conflicto en Iberia y evitar una posible intervención del Gobierno mediante un Laudo de obligado cumplimiento que se podría ver obligado a dictaminar para proteger el sector turístico y la imagen de España.
La sección Sindical de SEPLA en Iberia hizo diversas propuestas de rebajas salariales, ahorros de costes y aumentos de productividad que permitiesen desbloquear la situación.
La ministra pidió a Sánchez Lozano, de la Dirección de IAG-Iberia, que le remitiese cinco puntos de discrepancias que mantuviese con el SEPLA y que de resolverse pudieran dar lugar a poder llegar a un acuerdo.
Sanchez Lozano, en representación de la Dirección de IAG-Iberia, en una actitud de desprecio absoluto al proceso conciliador que pretendía abrir el Gobierno se descolgó con un documento en el que presentaba los siguientes puntos:
- Que Iberia Express iba a seguir haciendo las rutas de Iberia con los aviones de Iberia.
- Que los despidos se mantendrían.
- Que Iberia iba a aplicar la nueva normativa laboral e iba a pedir un descuelgue del Convenio en los siguientes términos:
- Desaparición de las cláusulas que garantizan la españolidad de Iberia y de Barajas y El Prat.
- Desaparición de las cláusulas que obligan a que Iberia crezca en proporción a British Airways.
- Desaparición de los fondos de pensiones.
- Despido de los pilotos que por enfermedad pierdan la licencia de vuelo.
- Desaparición de todas las cláusulas que limitan las actividades de vuelo y los descansos de las tripulaciones.
- Rebajas salariales de más de un 20%, etc.
La Sección Sindical de SEPLA en Iberia considera la actitud de Sánchez Lozano, una provocación y una deslealtad a la buena fe e interés de Gobierno de buscar soluciones al conflicto de Iberia.
Así mismo, Sepla comprueba una vez más la actitud de ensañamiento que practica la dirección de la compañía contra sus pilotos«.
[…] Tras una reunión auspiciada por el Ministerio de Fomento entre SEPLA e Iberia, la ministra Ana Pastor señaló que prefería un mal acuerdo antes que un buen laudo, pero que no esperaría mucho (aunque sin decir cuánto) para ese acuerdo antes de poner en marcha el arbitraje. […]