Airbus ha reconocido que se han detectado pequeñas fisuras, de menos de 1 cm de longitud en las alas de al menos cinco Airbus A380.
Se trata de unas microfisuras en la unión de varias costillas alares con la superfice exterior del ala que no se consideran peligrosas y para las que ya se ha establecido un programa de reparación durante el mantenimiento programado de cuatro años del Airbus A380.
Aun con esto, diversos medios internacionales han citado a técnicos australianos pidiendo la paralización de la flota de Airbus A380 en todo el mundo mientras no se determine claramente el origen de estas fisuras y sean reparadas adecuadamente.
Las fisuras se detectaron primero en el Airbus A380 VH-OQA de Qantas, el avión que el 10 de noviembre de 2010 tuvo una explosión en uno de sus motores Rolls-Royce Trent poco después de despegar de Singapur.
El hallazgo se produjo durante los trabajos de reparación que se están llevando a cabo finalmente, y que se han presupuestado en unos 130 millones de dólares. Inicialmente se pensó que eran consecuencia del accidente pero después se descartó este origen. Desde ese momento se han detectado fisuras similares en otro Airbus A380 de Singapore Airlines y en tres de los aviones de desarrollo de Airbus.
Según parece, el origen de estas fisuras podría estar más en el proceso de fabricación de estas costillas alares que en problemas de fatiga del material.
preocupantes noticias para la aviacion europea