La anunciada Terminal 4 en el aeropuerto de París Charles de Gaulle no se construirá al ser considerada por el Gobierno obsoleta desde el punto de vista medioambiental.
Barbara Pompili, ministra de Transición Ecológica en Francia ha anunciado que “el gobierno ha pedido al Grupo ADP que abandone su proyecto y le presente uno nuevo, más acorde con los objetivos de combatir el cambio climático y proteger el medio ambiente” en referencia a la proyectada Terminal 4, parte de los proyectos a largo plazo (20 años) para el aeropuerto de París Charles de Gaulle.
En esos planes, presentados ya en 2018, se incluía el unir en una sola estructura los siete satélites de la Terminal 1, diversos trabajos de optimización y ampliación de la plataforma en los diferentes módulos de la terminal 2, remodelación de la carretera de acceso a las terminales, y la creación de nuevos estacionamientos para vehículos, además de la mencionada Terminal 4.
Dicha Terminal 4 permitiría aumentar la capacidad del aeropuerto en 40 millones de pasajeros anuales, un 50 por ciento más que la actual de 80 millones, y aumentado en 450 los vuelos diarios al aeropuerto, con un coste estimado de entre 7.000 y 9.000 millones de euros para todas las actuaciones previstas en el aeropuerto, de los que unos 2.000 millones corresponderían a esta terminal.
ASÍ HABRÍA SIDO LA TERMINAL 4
La nueva Terminal 4 y sus plataformas de aeronaves, calles de rodaje y accesos en el lado tierra se había planificado en una superficie de 167.000 metros cuadrados al este de la Terminal 1 y al norte de la Terminal 2.
El edificio en sí habría tenido una planta de 33.000 metros cuadrados y un total de 650.000 metros cuadrados repartidos en varias alturas, sin incluir el espacio preciso para la gestión de equipajes.
A esta superficie hay que añadir otros 8.000 metros cuadrados de superficies aeronáuticas y 15.500 metros cuadrados para estacionamiento de aeronaves. Esta zona podría albergar de 30 a 40 aviones de dos pasillos y unos 25 de uno, o bien 6 de dos pasillos y hasta 90 de un pasillo.
Su construcción habría precisado recolocar, hacia el año 2028 varias instalaciones aeroportuarias en esa zona, incluyendo la estación de autobuses de largo recorrido y varios edificios ocupados por Air France.
Pompili ha señalado para justificar esta cancelación que “es un proyecto obsoleto, que no correspondía más a la política ambiental del gobierno y las demandas un sector que cambia rápidamente, vuelto hacia los aviones verdes del mañana”.
El Grupo ADP, que gestiona, entre otros, los aeropuertos que dan servicio a París, ha manifestado ante esta orden gubernamental: “Los desarrollos que contribuyen a la transición energética del aeropuerto, y del sector aéreo en su conjunto, deben ser revisados a fondo considerando los crecientes compromisos sobre aeronaves verdes, confirmados en el plan de apoyo aeronáutico del Gobierno para una industria verde y competitiva, el 9 de junio de 2020. La crisis vinculada a la pandemia COVID-19 y sus trastornos han impactado de forma duradera las perspectivas de crecimiento del tráfico, cuestionando así las previsiones sobre las necesidades de expansión de la capacidad del aeropuerto de París-Charles de Gaulle.
Durante los meses anteriores se había llevado a cabo una revisión del proyecto inicial con el fin de adaptarse a los nuevos supuestos de tráfico y abordar mejor los problemas de transición ambiental del sector. Este trabajo, dirigido por los equipos del Grupo ADP, sentará las bases para el pensamiento futuro sobre los problemas de desarrollo de la plataforma París-Charles de Gaulle”.
Como se señala, el proyecto de la T4 ya llevaba un tiempo cuestionado. Por ejemplo el pasado mes de julio, la Autoridad Ambiental señaló que el estudio de impacto mediombiental de la ampliación no se había realizado completamente. En 2019 ya se había cuestionado el impacto medioambiental del proyecto, considerándolo demasiado grande para los objetivos en ese campo del gobierno. En enero de este año varios alcaldes de la región Isla de Francia en la que se encuentra tanto la ciudad de París y el aeropuerto Charles de Gaulle y varias asociaciones de defensa del medio ambiente se habían dirigido, tanto a Pompili como al presidente francés Emmanuel Macron, para pedir la cancelación del proyecto.
Entre los requisitos para el nuevo proyecto que el Gobierno francés ha dicho que debe presentarse, se encuentran mejorar el acceso por tren al aeropuerto (hoy en día cuenta con estación de RER —cercanías de París—, y de TGV —tren de alta velocidad—); se debe reducir el consumo energético en todos los edificios y terminales del mismo, haciendo, por ejemplo, uso de tecnologías más verdes para el control de temperatura de los mismos; y reducir la huella de carbono del aeropuerto.
La construcción de esta cuarta terminal debía haber comenzado hace tres años, pero las críticas medioambientales, como decimos, han ido retrasando las obras, que hasta ahora, se esperaban comenzasen a finales de este 2021.
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