Un congresista y una senadora estadounidenses han presentado una propuesta que obligará a la FAA a mejorar la seguridad de los helicópteros.
El congresista Brad Sherman y la senadora por California Dianne Feinstein han sido los impulsores de una iniciativa para obligar a la FAA para que actúe finalmente de acuerdo a varias recomendaciones del NTSB desde hace casi 20 años para mejorar la seguridad de los helicópteros.
Esta hará obligatorio que se instale en ellos sistemas de alerta de colisión contra el terreno (TWAS) y grabadores de voces de cabina y de parámetros de vuelo. A esta iniciativa se la ha bautizado como la Ley de Seguridad de Helicópteros de Kobe Bryant y Gianna Bryant en honor del jugador de baloncesto y su hija, fallecidos junto a otros siete ocupantes en el accidente del helicóptero en que viajaban.
El congresista fue el primero en proponer esta ley poco después del accidente de Kobe Bryant. En aquel momento la viuda de Bryant, Vanessa Bryant, declaró “Insto encarecidamente a que el Congreso de los Estados Unidos apruebe una ley federal que mejoraría la seguridad de los helicópteros que operan en este país. Creo que existe la posibilidad de que Kobe y Gianna todavía estuvieran vivos hoy si su helicóptero hubiera estado equipado con el equipo de seguridad requerido por esta legislación federal pendiente. Tener los nombres de Kobe y Gianna asociados con esta ley federal que tiene el potencial de salvar innumerables vidas sería un tributo apropiado a su memoria”.
Como señalamos, en su momento (2004) el NTSB recomendó, en sus investigaciones de accidentes aéreos, que los helicópteros destinados al transporte de pasajeros fuesen equipados con sistemas de alerta de colisión contra el terreno . Dos años después llegó la recomendación de la instalación de las denominadas cajas negras también en ellos. La FAA, encargada de implementar las recomendaciones del NTSB hasta hoy no ha hecho nada al respecto.
Hay que señalar que la instalación de los grabadores de parámetros y voces de cabina en aparatos no diseñados para ello, suele ser complicado y caro al tener que realizar importantes trabajos de ingeniería para añadir a la aviónica los sistemas para enviar a los registradores la información de los sistemas, integrar el cableado preciso y certificar el sistema, por lo que la industria (fabricantes y operadores) suele oponerse a modificaciones de este tipo por considerar que ya hay suficientes sistemas de seguridad a bordo.
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