El presidente del Gobierno español ha presentado el nuevo Plan de Choque por la Ciencia y la Innovación con inversiones de 1.056 millones de euros.
El Gobierno español ha aprobado el denominado Plan de Choque por la Ciencia y la Innovación con 17 medidas en torno a tres ejes: la investigación y la innovación en salud, la transformación del sistema de ciencia y la atracción de talento, y el impulso a la I+D+i empresarial y la industria de la ciencia.
Este plan incluye inversiones por importe de, 1.056 millones de euros, “de los que 396,1 millones se movilizan este año y el resto, en 2021” anunció Pedro Sánchez, presidente del Gobierno al anunciarlo. Además se pondrá a disposición otros “508 millones de euros en préstamos en condiciones ventajosas a empresas innovadoras, a partir de los nuevos instrumentos de promoción de la I+D+i privada”.
Pedro Duque, ministro de Ciencia e Innovación ya había avanzado hace unos meses varias de las líneas de este plan.
Sánchez señaló que: «España no puede seguir volviendo la espalda a la ciencia, debe apostar con contundencia por la ciencia. Si queremos estar preparados para futuras emergencias sanitarias, si queremos tomar medidas que aseguren salud y bienestar, competitividad y sostenibilidad, si queremos crear empleos cualificados, nuevas industrias, una sociedad más justa y una economía más resistente, tenemos que apostar por la ciencia«.
En la presentación de este plan se señala: “La anterior crisis golpeó duramente la economía de nuestro país, lo que condujo a tomar medidas muy drásticas. Sin embargo, la orientación de esas medidas fue poco acertada. Una de las decisiones más equivocadas, totalmente anómala comparada con la reacción de otros países, fue la reducción de los fondos dedicados a asegurar el futuro del país. En vez de proteger la educación, la formación profesional de los jóvenes, la generación de conocimiento y la innovación, como hacían prácticamente todos los demás países, España hipotecó su futuro (nuestro presente). Entre 2010 y 2017, la inversión en ciencia en España cayó un 5,9 por ciento, mientras que los países de nuestro entorno la aumentaron: un 27 por ciento de media en el conjunto de la UE-28, un 31 por ciento en Alemania y hasta 99 por ciento en China. Es una inversión a largo plazo que en España nunca se ha tomado lo suficientemente en serio.
Este descenso de la inversión fue especialmente dramático en los fondos que destina la Administración General del Estado a los proyectos de investigación y a las ayudas al personal investigador a los Organismos Públicos de Investigación, que son la base del sistema de conocimiento en nuestro país. Entre 2008 y 2017 se produjo un descenso del 38 por ciento en los fondos no financieros para I+D+I en los Presupuestos Generales del Estado, que pasaron de 4.238 millones de euros a 2.612 millones de euros. El sustrato investigador, de alta competitividad, generado durante décadas, pasó a la precariedad y solo a base de grandes esfuerzos personales se ha conseguido mantener el nivel, aunque no en todas las áreas. Se han perdido decenas de miles de talentos, que ahora generan conocimiento en países cuya política de I+D fue más inteligente, es decir, casi todos los países de nuestro entorno”.
Así, según el presidente del Gobierno español, este plan “se concentra en aquellas medidas de impacto de muy corto plazo con capacidad tractora para impulsar una recuperación rápida de nuestro sistema de ciencia e innovación. Además, este plan está diseñado para alinearse y complementarse con las reformas y programas de medio y largo plazo del Plan de Inversiones y Reformas para la recuperación de la Economía que prepara el Gobierno de España y que enviará a Bruselas para financiación a través del Fondo de Recuperación New Generation EU que inyectará en los estados miembros una cantidad de recursos sin precedentes, destinados precisamente a la recuperación del nivel económico con un modelo mucho más sostenible a futuro”.
Este plan europeo contempla transferencias de fondos, inversiones directas y préstamos adicionales entre 2021 y 2024.
Sánchez además unió este nuevo plan con la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2027, “que se presentará en las próximas semanas y en la que el Gobierno de España lleva trabajando más de un año bajo la coordinación del ministerio de Ciencia e Innovación”.
De los 1.056 millones anunciados, 326,9 millones se destinarán a investigación e Innovación en Salud, en los que están incluidos algunos fondos ya anunciados anteriormente.
532,5 millones se van a destinar a la transformación del sistema de ciencia y atracción y retención de talento.
Los 196,6 millones restantes servirán para el impulso a la I+D+i empresarial e industria de la ciencia al “reforzar las bases de nuestro tejido productivo innovador como uno de los pilares de la reconstrucción económica y social del país”.
Este último eje incluye cinco medidas encaminadas a “Duplicar en tres años las ayudas a la I+D+I empresarial a través del nuevo Plan Estratégico de la Agencia de Innovación – CDTI”.
Estas son:
Valorizar y conectar la ciencia básica de centros de investigación públicos con las empresas.
Apoyar la I+D+I empresarial en el sector de la automoción.
Apoyar la I+D+I empresarial en el sector de la aeronáutica.
Consolidación del modelo y tecnología de las PYMES españolas con sello de excelencia europea.
Y desarrollo de la Industria de la Ciencia extendiendo el modelo de compra pública precomercial a la compra de prototipos a entidades y centros de investigación y tecnología.
El objetivo es que el CDTI llegue a manejar 2.156 millones de euros anuales. “Se trata de un crecimiento orgánico del CDTI en tres vectores (I+D, innovación tecnológica y capital riesgo tecnológico) hasta alcanzar un peso relativo del apoyo público a la I+D+i empresarial similar al de los principales países europeos. Es importante destacar la inversión privada que tracciona esta inversión pública en I+D+i empresarial y el efecto multiplicador que esta tiene en la generación de riqueza del país (crecimiento de las empresas, aumento de la competitividad, mejora del mercado laboral, etcétera)” explican.
Con respecto a las inversiones en el sector aeronáutico se señala:
“El acortamiento de las cadenas globales de valor añadido, los procesos de reindustrialización y la tendencia a una mayor concentración nacional de las capacidades productivas e innovadoras van a afectar a la distribución internacional de las actividades de I+D+i empresarial, produciendo fenómenos de reajuste de capacidades con un elevado impacto en la economía española.
Esta situación requiere un esfuerzo adicional para sostener y reforzar las inversiones en I+D+i en áreas estratégicas, como pueden ser las tecnologías aeronáuticas, y amortiguar el impacto de la crisis post-COVID, que ha sido especialmente intensa en este ámbito. Es por ello que se debe abordar un plan de desarrollo de las tecnologías aeronáuticas que permita, no solo mantener las actuales capacidades disponibles en España, sino preparar una salida de la crisis con una perspectiva de aumento sustancial de la participación de las empresas españolas en los grandes programas internacionales de desarrollo de nuevas aeronaves.
Este plan reforzará la I+D+i empresarial en el ámbito aeronáutico para abordar proyectos dirigidos al aumento de eficiencia de las futuras aeronaves y a la reducción de las emisiones contaminantes del transporte aéreo. Se incluye la posibilidad de apoyar el desarrollo de tecnologías estratégicas para aeronaves multipropósito que puedan ser de interés público. De esta forma se espera incrementar de forma relevante la participación de las empresas españolas en futuros programas internacionales de desarrollo de nuevas aeronaves.
El plan, que será gestionado por el CDTI, cuenta con una inversión inicial en 2020 de 25 millones de euros y de 40 25 millones de euros en 2021. Los créditos serán de ayuda directa a planes de I+D+i empresarial en el sector aeronáutico«.
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