El presidente del fabricante francés Safran, Alain Sauret, alerta sobre una caída de la facturación del grupo estimado en el 40 por ciento en los próximos meses, y de la necesidad de proceder a medidas de ajuste.
Siguen los anuncios de ajuste a gran escala en la industria aeronáutica. La crisis del sector del transporte y la industria aérea se cobra una nueva víctima en materia de empleo, la multinacional francesa Safran, dedicada a la producción de motores, trenes de aterrizaje, fan cowls, etcétera, avisa de la necesidad de un ajuste sin precedentes.
En una carta del presidente de la multinacional francesa, Alain Sauret, a sus empleados, a la que ha tenido acceso Fly News, el ejecutivo pone cifras a las consecuencias de la pandemia: «La industria aeronáutica pagará un alto precio por la pandemia. Las aerolíneas se encuentran prácticamente paralizadas: solamente operan el transporte sanitario y de carga. En Europa, el 90 % de la flota de Air France KLM y de Lufthansa está en tierra.«
El ejecutivo francés habla también del oscuro futuro que le espera al sector. «Las proyecciones de salida de la crisis apuntan a tiempos largos. Las más optimistas, que predicen un repunte posterior a la crisis, indican que tres años serán necesarios para volver a los niveles de tráfico de 2019. Las aerolíneas no tendrán más opción que ajustar y reducir el tamaño de sus flotas. A su vez, la disminución del tráfico reducirá la demanda de nuevos aviones en un 40 % o más durante los próximos cuatro años«, afirma el presidente de Safran.
La disminución de los ratios de producción de los dos principales fabricantes -en sus previsiones para fines de agosto, Airbus ha reducido el suyo en aproximadamente un tercio, y Boeing, por su parte, suspendió a finales de abril sus actividades en Charleston para la fabricación del 787 así como los programas de helicópteros militares (CH47, V22, etc.) en sus centros de Pensilvania- afectan a toda la cadena de suministro.
Alain Sauret explica a todos los empleados en esta carta que SAfran se verá obligada a tomar medidas de ajuste de empleo, ante una crisis mucho peor que la que sucedió en el año 2001, tras los atentados del 11 de septiembre. Para ello, señala el presidente, ya se han iniciado negociaciones con los sindicatos, fuentes de la compañía afirman que podría afectar al 50 por ciento de los trabajadores.
El grupo emplea en todo el mundo a 95.200 personas -cifra de octubre de 2019- con la mayor parte de sus empleados en Europa, 55.700 trabajadores, lo que representa el 69 por ciento de su plantilla global.
«En el mes marzo, registramos una caída del 22 % en nuestra facturación y estimamos que, –explica Sauret en la carta- en los próximos tres meses, esta cifra alcanzará un 40 %. Tendremos que reorganizar íntegramente nuestro aparato productivo para retomar una producción de calidad y con el más alto nivel de rendimiento, adaptada al nuevo volumen de pedidos de nuestros clientes. Tendremos que trabajar para reducir nuestros costes. Sin duda será necesario establecer nuevas formas de organización del trabajo. Pasarán varios años antes de que volvamos a las condiciones anteriores a la pandemia.P Debemos hacer frente a esta situación y hacer lo que esté a nuestro alcance para preparar este «mundo post crisis», que necesariamente será muy diferente del que conocemos hasta ahora.»
La multinacional francesa ya ha tomado diferentes medidas desde que se decretara el confinamiento en los distintos centros productivos. El 34 por ciento el 34 % de los empleados continua trabajando en las plantas de producción, el 17 % realiza teletrabajo, el 33 % se encuentra en situación de desempleo parcial -ERTE- y el 16 % se encuentra con licencia (enfermedad, personas vulnerables, hijos a cargo, etc.).
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