El ministerio de Defensa ha sido el escenario en el que se ha realizado el cambio del jefe del Estado Mayor de la Defensa, pasando el relevo el general del aire Miguel Ángel Villarroya al almirante general Teodoro López Calderón.
Con la presencia de las máximas autoridades y mandos del ministerio de Defensa, los tres ejércitos y la Guardia Civil, Margarita Robles, ministra de Defensa ha presidido la toma de posesión como nuevo jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD en argot militar), del almirante general Teodoro López Calderón.
Tras la lectura del nombramiento del almirante como nuevo JEMAD, este tomó la palabra para agradecer la confianza recibida por “un cargo que no estaba entre mis previsiones” y al general Villarroya por su “talante dialogante y conciliador, que ha logrado una armonía, en todo lo que afecta a la acción conjunta no fácil de conseguir. Y que además nos ha dado ejemplo y nos ha demostrado su gran categoría profesional y humana”. También quiso reconocer “la entrega, admiración, profesionalidad y eficacia de las fuerzas desplegadas en nuestros espacios terrestres, marítimos, aeroespaciales y cibernéticos, en permanente vigilancia para proporcionar la debida seguridad a nuestra sociedad, y mucho más a sus familias, que sufren directamente las consecuencias de esta entrega”. Igualmemte señaló que: “Soy consciente del volátil e incierto escenario estratégico mundial y de los riesgos y amenazas que se ciernen sobre nuestra sociedad y sus valores que son precisamente lo que han hecho grande a España”.
La ministra, en su alocución comenzó recordando a todos los fallecidos por COVID-19 en España, civiles y militares, por los que se guardó un minuto de silencio, incluyendo al arzobispo castrense, Juan del Río, que fallecía pocos minutos antes de la ceremonia.
Tras esto, al despedir al anterior JEMAD y saludar al nuevo, tuvo duras palabras contra los que denominó inquisidores y a los que no identificó: “que se creen siempre con derecho a tener razón, a la verdad, que solo buscan los fallos, los errores, que no tienen la más mínima muestra de generosidad para reconocer el trabajo bien hecho de nuestras Fuerzas Armadas. Esa gente no sirve para construir España. Para eso sirven los valores que usted y las Fuerzas Armadas representan; su compromiso, por su defensa de la Constitución, por esta siempre con los más vulnerables. Esa es la verdadera España que construye, que es tolerante con los errores”.
Al general Villarroya, JEMAD saliente a petición propia tras la controversia por las vacunaciones contra el COVID-19 de diversos mandos del Estado Mayor, incluido el mismo, le agradeció sus 40 años de servicio, de su “generosidad y entrega particularmente este último año, al frente de las operaciones Balmis, Baluarte y contra la nevada, con usted, general, siempre a la cabeza, sirviendo a España. Y donde esté seguro que lo seguirá haciendo”.
Del almirante López Calderón, al que ha definido como “uno de los mejores militares de Europa”, ha señalado que le admira “por sus virtudes castrenses, le admiro más por sus virtudes humanas. Usted ha llevado el humanismo a la milicia. Le deseo a usted los mayores éxitos, porque serán los mayores éxitos para las Fuerzas Armadas, y todo lo que sea bueno para ellas será bueno para esta España pujante, con liderazgo en Europa”.
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