El jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio ha tenido su tradicional encuentro con la prensa en el que ha hablado del futuro, y de cómo prepararse para él.
“No estamos en guerra, pero tampoco en paz” es una frase que el general Francisco Braco, jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire y del Espacio (JEMA) ha repetido varias veces en el tradicional encuentro de fin de año del JEMA con la prensa, recuperado el pasado año.
El general Braco comenzó hablando de la importancia del poder aéreo. De cómo la falta de la superioridad aérea en Ucrania ha llevado a una guerra de atrición, según coinciden sus homólogos europeos en las reuniones que tienen dentro del marco de la OTAN; y como la ya llamada Guerra de los 12 días (Israel contra Irán), o el enfrentamiento entre India y Paquistán se resolvieron solo mediante el uso de la aviación.
Así nos afirmó que “el poder aéreo ofrece gran cantidad de opciones a los gobiernos. Quiero dejar y enfatizar la importancia que tiene el tener un poder aéreo capaz y preparado”.
Numeró algunas de las nuevas amenazas como municiones merodeadoras, misiles supersónicos, “y por supuesto cazas de última generación”; y explico que la OTAN y la Unión Europa (“y España es parte de ambas”), se está dando mucha importancia a la iniciativa de defensa aérea integrada contra misiles (IAMD por sus siglas en inglés). En esta intervienen los tres ejércitos.
De la OTAN quiso recordar que es una organización defensiva. Que nunca atacará primero. Que su función es aguantar el primer ataque y contraatacar.

También hizo referencia a las violaciones del espacio aéreo de la OTAN en Europa por parte de drones no identificados “está siendo amenazado por esos drones. Sin ir más lejos, la noche del 9 al 10 de septiembre, Polonia sufrió, su espacio aéreo fue violado. ¿Y cómo reaccionó la OTAN? Pues aumentando el despliegue de medios aéreos, que es una de las características también que tenemos en las fuerzas aéreas, esa rapidez, flexibilidad y capacidad de respuesta. Pues ahí aumentamos los despliegues de los destacamentos aéreos”.
La Unión Europea, por su parte, el pasado marzo publicó el Libro Blanco sobre la preparación de la defensa europea para 2030. En este se señalan “proyectos estrella, que son la Iniciativa Europea para la Defensa Antidrones, la vigilancia del flanco este, y el Escudo Aéreo y Espacial”.

España, finalmente, recordó, publicó el 5 de agosto la Estrategia de Seguridad Aeroespacial Nacional 2025, “en la que se establece la criticidad de los dominios aéreos y espaciales para nuestra sociedad”.
En este punto remarcó la necesidad de contar con “una defensa aérea y espacial robusta y eficaz«; que es necesaria para hacer frente a todos los problemas y amenazas existentes en la actualidad, contra, no sólo la seguridad, “sino nuestro modo de vida, nuestra actividad económica y nuestro bienestar”.
Citó a Mark Rutte, el secretario general de la OTAN, cuando le preguntaron si estamos en guerra: “Seguro que habría disparidad de opiniones. Unos diríamos que sí, otros diríamos que no”. A esto el generalBbraco añadió que: “Pero si pregunto si estamos en paz, yo creo que habría más unanimidad para concluir que no estamos en paz. No estamos en guerra, pero tampoco estamos en paz. Estamos en un periodo en el que tenemos que actualizar nuestras capacidades para hacer frente a lo que nos pueda llegar”.

Llegados a este punto, cambió de tema para recordar algunas de las misiones de apoyo a la población civil realizadas: La DANA de Valencia; los incendios forestales de este verano; las operaciones de suministro de alimentos en Gaza y las aeroevacuaciones para repatriar al personal español desde Israel o para traer ciudadanos gazatíes enfermos.
Y habló también del personal del Ejército del Aire y del Espacio. Lo primero que se ha autorizado el aumento de la plantilla en unos 1.500 militares, a razón de unos 450 al año hasta 2029 inclusive. “Eso nos va a implicar un mayor esfuerzo en formación y adiestramiento”.
El JEMA ya ha mencionado en otras ocasiones el tema de la retención de talento, del personal. Y cómo se han establecido ciclos formativos y se están actualizando las diferentes especialidades en todos los niveles. Puso como ejemplo la de piloto de aeronaves tripuladas remotamente y la de especialistas en el ciberespacio, así como en el espacio. Puso el ejemplo igualmente del personal de tropa que presta servicios de seguridad. “Los estamos adiestrando para hacer frente a drones y manejando sistemas y equipos contra drones, tanto en la parte de la detección como en la parte de la actuación”.

2026
No hizo referencia a la firma de contratos de compra de aeronaves que todavía están pendientes de firmar por parte del ministerio de Defensa; algo que deberá ocurrir con bastante seguridad antes de que termine el año, como es habitual, y que podría suceder en la última semana de diciembre incluso. Entre estos están varios con Airbus Helicopters, el del TAI Hurjet (incluyendo además todo el sistema integrado de formación); y más C295 para la escuela de transporte y la base de Alcantarilla, sustituyendo a los CASA CN-235 y los últimos C-212 en servicio.
Destacó la llegada de los últimos Pilatus PC-21, y confirmó la entrga en 2026 de los tres primeros Eurofighter Halcón 1, que llegarán al Ala 14 y esta empezará a entregar algunos de los que hoy tiene en servicio al Ala 46. También los tres primeros Airbus C295 de vigilancia marítima. Otros contratos que se irán cumpliendo en 2026 están los de sustitución de varios radares de los EVA por otros de nueva generación y nuevos equipos para el Mando del Espacio.
Todo ello sin olvidar el FCAS/NGWS. Pese al enfrentamiento entre Francia y Alemana sobre diversos temas de propiedad intelectual, y el que Francia exija el control del programa del avión tripulado, aduciendo que solo ellos tienen experiencia diseñando y construyendo aviones de combate; el general Braco confía plenamente en que va a salir adelante, y adelantó que antes del 31 de diciembre se espera una decisión positiva sobre el avance a la nueva fase sobre el programa.
En la misma mañana de su reunión con la prensa tenía una videoconferencia con los JEMA alemán y francés para hablar del mismo desde el punto de vista operativo. También anunció que el programa FCAS, para el Ejército del Aire y del Espacio, desde el punto de vista de preparar su entrada en servicio, lo han bautizado como Astra.

El general Braco anunció que, en 2026, aviones y personal del Ejército del Aire y del Espacio participarán, junto a Alemania, en un despliegue a Australia. En 2024 aviones Eurofighter participaron ya en el ejercicio Pitch Black en es país como parte de Pacific Skies.
Sobre el Mando del Espacio, señaló que este escenario ha cambiado mucho. Hasta hace pocos años era considerado un bien común global. “Ahora se ha militarizado, y también está quedando obsoleto ese concepto. Ya hay armas en el espacio. No pensemos en satélites con misiles para hacer blanco en la superficie. Un arma es un satélite kamikaze; un arma es un satélite con unas medidas electrónicas que neutralicen las capacidades de otros satélites tanto en comunicaciones como en observación”.

“También vamos a reforzar nuestro sistema de defensa aérea con nuevos programas y proyectos. Y cuando hablamos de defensa aérea, vamos desde el nivel del suelo hasta el espacio”. Citó el proyecto Nemo de un satélite de policía especial para proteger las infraestructuras españolas en el espacio exterior de cualquier posible agresión. También para el espacio se va a incorporar un radar de seguimiento espacial y un simulador de mecánica orbital espacial y el programa de la Red de Observatorios Robóticos. Todos ellos vinculados a la iniciativa del futuro Escudo Espacial Europeo. Dentro del escudo de defensa, añadió que también está prevista la actualización de los sistemas de guerra electrónica, de alerta temprana y de ISR.
TRANSFORMACIÓN DIGITAL
“Somos una institución innovadora y estamos metidos en un proceso de transformación digital. Transformación digital en la que apostamos firmemente por la implantación de nuevas tecnologías, la sostenibilidad y la optimización de procesos y recursos”.
Explicó que en marzo firmó el Plan de Transformación Digital del Ejército del Aire, un plan para los próximos cinco años, cuyo objetivo no es estar transformado digitalmente dentro de cinco años. Este plan “tiene una serie de hitos que hay que ir ejecutando y es es el camino, no es el objetivo”. El objetivo, explicó, es “mantenerse actualizado según se vayan renovando los programas y los sistemas”.

Algo parecido ocurre con el proyecto BACSI, Base Aérea Conectada Sostenible e Inteligente, o como lo define el JEMA: “Una suma de proyectos”. No se trata de construir una nueva base, sino añadir nuevas capacidades, por ejemplo, sensorizar los polvorines para medir presión y temperatura en la que están almacenadas las armas. En BACSI “también pretendemos integrar a las universidades” además de PYMeS, starups y otras empresas.
En relación a las bases, confirmó también que se van a actualizar diez bases, como Matacán, León, Málaga, Santiago o Son San Juan para que sean bases completamente operativas. Que sirvan para despliegues y para operar en caso de crisis. Contaran con sistemas de mando y control y cada una con un arsenal para almacenar municiones. En la de Son San Juan en Mallorca ya se ha empezado a construir uno que sustituirá al existente y que está fuera del perímetro de la base.






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