Dos semanas después del regreso a España de la Agrupación Plus Ultra participante en el despliegue Pacific Skies, El Ejército del Aire y del Espacio ha hecho resumen de ese mes y medio por el mundo.
Con la presencia del nuevo jefe del Estado Mayor del Aire (JEMA), general Francisco Braco y del jefe del Mando Aéreo de Combate (MACOM), general Francisco González-Espresati, entre otros mandos, el Ejército del Aire y del Espacio ha hecho un debriefing de Pacific Skies, cuya Agrupación Plus Ultra, ha recorrido el mundo participando en 3 ejercicios del 26 de junio al 15 de agosto.
En ese tiempo los cuatro Eurofighter desplegados completron 223 horas de vuelo en navegación y 151 en ejercicio en los que recorrieron 150.000 kilómetros. Los dos A400M 192 horas de vuelo, recorriendo 126.000 km, y el A330, 97 horas, recorriendo 130.000 km.
Tampoco hay que dejar de citar que durante el ejercicio Arctic Defender en Alaska se lanzaron 24 bombas guiadas por láser GBU-16 Paveway II. Estas bombas fueron adquiridas para este ejercicio y entregadas directamente a Alaska, donde personal del Ejército del Aire se encargó de su montaje y la instalación de las cabezas de guiado, que procedían de los almacenes españoles.
El general Braco explicó que aunque han sido 140 militares, en dos relevos de 120, los que han participado directamente en este despliegue, en realidad todo el Ejército del Aire y del Espacio ha participado de una u otra forma, así como el ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, que se ha encargado de conseguir los permisos de sobrevuelo, y dar apoyo en cada escala.
El JEMA también destacó el hecho de que entre los 25 pilotos de Eurofighter que participaron había varios tenientes: “Estos tenientes han hecho lo que sus comandantes, tenientes coroneles y coroneles han hecho al mismo tiempo, es decir, que el recorrido que van a tener va a ser spectacular”.
Sobre los ejercicios, explicó que: “Hemos estado en el Arctic Defender en Alaska, en Estados Unidos, volando con y contra aviones de quinta generación y lanzando armamento real. Hemos participado en el Pitch Black en Australia, donde han volado más de 120 aviones de 18 naciones diferentes. Y hemos estado en el Tarang Shakti en India, que ha estado dedicado exclusivamente a operaciones aire-aire. Además de los vuelos realizados y la experiencia adquirida, también lo ha sido, como he dicho y reitero, no solamente para los participantes, sino para todo el apoyo que ha habido detrás”.
Hizo referencia, igualmente, al mantenimiento durante todo el despliegue. Por una parte al hecho de que llevaron una impresora 3D de polvo de metal que les permitiría imprimir determinadas piezas que se habían identificado antes de la salida. De hecho, para uno de los aviones se hizo uso de esta capacidad.
Y por supuesto habló del cambio de motor que hubo que hacer en Alaska después de un impacto con un pájaro. Un impacto del que el piloto señalo que vio pájaros, pero que es normal verlos, y que no notó el impacto, el motor no se vió afectado, y de hecho fue al final de la mission cuando el equipo de mantenimiento detectó el impacto.
Para Pacific Skies, el Ejército del Aire y del Espacio español y la Fuerza Aérea Alemana habían acordado trabajar juntas en el mantenimiento de los aviones. El Ejército del Aire situó en Australia un motor de Eurofighter de repuesto y Alemania en Alaska.
En unas horas el personal del Ejército del Aire y del Espacio había dado de alta el motor alemán en su sistema y lo había preparado para su instalación “que por cierto ya lo hemos devuelto” apostillo el general Braco. En menos de 24 horas el avión estaba listo para partir hacia Japón con los demás.
El JEMA terminó destacando que: “No puedo dejar de mencionar al personal que compone el Ejército del Aire. Es un personal altamente especializado, altamente profesional y muy comprometido. Y abro otro pequeño paréntesis para hablar en primera persona. Como saben todos ustedes, llevo dos días como jefe de Estado Mayor, lo cual para mí es un orgullo, y en lo personal un reto el estar al frente de un Ejército del Aire y del espacio tan compuesto por personal tan profesional como el que tenemos. Sin pecar de falsa modestia, tengo que decir que nuestro Ejército del Aire y del Espacio, y permítame la licencia y quizás la prioridad, jugamos en primera división. Estamos ahí. España está ahí, al mismo nivel que las fuerzas aéreas más punteras de la alianza, de Europa”.
Acto seguido fue el general Esprsati quien pasó a dar más detalles de la expedición. “Tratar de resumir dos meses en pocas palabras no es fácil” comenzó.
Señaló los retos que supuso el planteamiento de la mission, comparándola con los grandes raids aéreos españoles de hace un siglo. “Era una cosa que no habíamos hecho nunca. […] Parecía fácil, ¿no? Cogemos cuatro aviones, dos cisternas y nos vamos a dar una vuelta alrededor del mundo. Ya está. Tan sencillo como eso. Si vemos un avión comercial, todos los días, pues prácticamente dan una vuelta alrededor del mundo. Y no lo era”.
Explicó a continuación como planificiar esos 56 dias desde la salida hasta el regreso era imprescindible. Cómo había un calendario que había que cumplir ya que otros muchos dependían de ello. Y no quiso dejar de agradecer el trabajo de todos los que se encargaron de todo ello.
Otro de los retos, según continuó, “evidentemente, eran los tres ejercicios. Volar en tres zonas distintas, tres ambientes distintos, con escenarios distintos, y en alguno de ellos, como fue en Australia y como fue en India, con países con los que nunca habíamos tenido ningún tipo de participación. Y todo esto intentábamos que fuera con la mínima huella posible. Hay que ser eficientes, hay que intentar pensar en la peseta y tratar de tener el menor gasto posible, pero siempre de cara a que el adiestramiento y a que el esfuerzo que se iba a llevar a cabo tuviera un rendimiento adecuado”. “Todo eso requiere un esfuerzo ingente y que afortunadamente la gente que trabajó, yo no me voy a colgar esa medalla porque hay aquí gente que son los que realmente curraron y hicieron los viajes, pues evidentemente lo hicieron perfectamente bien y todo ha ido de maravilla”.
El jefe del MACOM explicó que este despliegue tenía como objetivos no solo solo reforzar la presencia de los tres países participantes en la zona Indo-Pacífico, “donde militarmente hemos tenido poca presencia tanto por parte de fuerzas aéreas, como de la Armada. Y ese objetivo se ha cumplido”. Y, dentro de este mensaje estratégico, darle un impulso a la industria europea. Con ello se refería a que todos los aviones usados eran de diseño y fabricación europeo, sin olvidar que Alemania, España y Francia son los países del FCAS/NGWS.
Otro objetivo era “hablarnos entre tres fuerzas aéreas en un escenario en el que íbamos a estar juntos durante casi dos meses, más el año de planeamiento. Ser capaces de integrarnos y de demostrar que aunque seamos tres países diferentes nos hablamos en la misma lengua”.
Y el último, el primero, era evidentemente el adiestramiento todo el mundo, “no solo los pilotos, los que han ido de apoyo, EADA, SEADA, UMAAD, todos han tenido parte de adiestramiento. La primera parte dirigida a la capacidad de proyección de la fuerza aérea. Hemos demostrado que somos proyectables, hemos dado vuelta al mundo”.
En representación de todos los pilotos participantes estaban el comandante Rojas del Ala 11, el teniente Pérez López del Ala 14 y el teniente Millán del Ala 31.
Los dos pilotos de Eurofighter destacarón aspectos como la impresión de volar de noche sobre Australia, con solo la luz de una serie de incendios y las estrellas, o lo mucho aprendido en los enfrentamientos en India con los Sukhoi Su-30 locales, siendo la primera vez que tenían la oportunidad de enfrentarse a este tipo de avión, al que vencieron.
En India el JEMA fue invitado a volar en un Su-30, mientras que otro de los pilotos españoles pudo volar, pilotantdo, en un Tejas.
También se comentó que en Alaska, el primer día se voló con los depósitos de combustible externos. El segundo día se prescindió de ellos y el resultado (que no quisieron especificar) fue mucho major.
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