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Espacio Especial 50 Años llegada del hombre a la Luna

Así se preparó ‘el hombre’ para pisar la Luna por primera vez

Con una inversión de 60.000 millones de dólares, la participación de 5.000 compañías y medio millón de ingenieros y técnicos trabajando en el proyecto, el proyecto Apolo tardó en despegar 11 años.

Después de numerosas pruebas y del éxito de la misión Apolo 11, se llevaron a la práctica otros seis vuelos tripulados a la Luna, de los que solo el Apolo 13 no pudo alunizar.

Eso ocurrió tan sólo 12 años después de que el 4 de octubre de 1957, la Unión Soviética sorprendiese al mundo y colocara en órbita el Sputnik-1, el primer satélite artificial alrededor de la Tierra. A partir de entonces dio comienzo la llamada carrera espacial, una pugna en la que los norteamericanos, el 3 de noviembre ‒un mes después del Sputnik-1‒ se despertaron de nuevo con la noticia de que los soviéticos habían enviado al espacio a la perrita Laika, el primer ser vivo en alcanzar el espacio exterior.

El presidente Dwight Eisenhower reaccionó intentando poner en órbita un satélite y creando la Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA) en 1958, pero todo resultó baldío. Por si eso fuera poco, los soviéticos fueron los primeros en alcanzar la Luna con la sonda Luna 2, que impactó sobre la superficie lunar en septiembre de 1959 con el objetivo de estudiar sobre el terreno la superficie lunar y su atmósfera.

El Saturno V es el lanzador espacial más potente jamás construido (crédito: NASA)

El 20 de enero de 1961 accedió a la presidencia el demócrata John F. Kennedy, que a los pocos meses de llegar al poder recibió una nueva afrenta de Moscú: el 12 de abril de 1961, un joven oficial de las Fuerzas Aéreas soviéticas, Yuri Gagarin, se convirtió en el primer hombre en surcar el cosmos y dar una vuelta alrededor de la Tierra.

Agobiados por los continuos éxitos espaciales de Moscú y el fracaso de la invasión de Cuba de mediados de abril de 1961, los asesores de Kennedy buscaron un gran objetivo mediático que devolviera a Estados Unidos el prestigio político perdido. Y lo encontraron en la conquista de la Luna, una misión sin objetivo científico alguno, pero que se iba a convertir en el gran desafío que devolvería a Estados Unidos el orgullo nacional perdido.

En sendos discursos pronunciados en la primavera de 1962 en el Capitolio y en el estadio de la Universidad de Rice, Kennedy aseguró que “este país debe fijarse el objetivo de enviar un hombre a la Luna y lograr que vuelva sano y salvo a la Tierra antes de que termine esta década”. “Elegimos ir a la Luna, no porque sea fácil, sino porque es difícil”, subrayó, dando comienzo a una carrera por alcanzar el satélite natural de la Tierra

Con el programa Apolo, Kennedy devolvió a los norteamericanos la ilusión y la confianza que tenían perdida.

Para viajar a la Luna era necesario un potente lanzador y la NASA puso al frente de su diseño y desarrollo al ingeniero de origen alemán Wherner von Braun, que en un tiempo record hizo realidad el Saturno V, el mayor lanzador espacial jamás construido. Formado por tres etapas que sumaban 125 metros de altura y con un peso total de 2.900 toneladas, estaba propulsado por cinco potentes motores F-1 alimentados por keroseno y oxígeno líquido que le proporcionaban un empuje próximo a los 7 mega newton.

Con un tiempo de funcionamiento de alrededor de 2 minutos y medio, el Saturno V alcanzaba una altura superior a los 50 kilómetros a una velocidad cercana a los 9.000 km/h. Y todo para emplazar en órbita las 130 toneladas de la nave Apolo 11, en cuyo interior se encontraba el módulo de descenso Eagle de 45 toneladas que debía posarse sobre la Luna.

Aunque el rédito de la llegada de los primeros tres seres humanos a la Luna el 20 de julio de 1969 lo obtuvo Richard Nixon, entonces presidente de Estados Unidos, el gran mérito de Kennedy (1917-1963) fue crear el proyecto Apolo y devolver a los norteamericanos la ilusión que creían perdida y, sobre todo, poner en pie los cimientos de una industria espacial que año tras año sigue siendo la más importante del mundo.

Con una inversión del orden de los 60.000 millones de dólares, alrededor de cinco mil grandes, medianas y pequeñas compañías ‒principalmente de California, Florida y Texas‒ y en torno a medio millón de técnicos e ingenieros dieron vida durante 11 años al proyecto Apolo.

Después de numerosas pruebas y del éxito de la misión Apolo 11, se llevaron a la práctica otros seis vuelos tripulados a la Luna, de los que solo el Apolo 13 no pudo alunizar. La misión Apolo 17 clausuró el proyecto Apolo en diciembre de 1972, cuando los norteamericanos perdieron el interés por los vuelos a la Luna y la guerra de Vietnam exigía enormes inversiones. En total fueron 12 los astronautas que caminaron por la superficie lunar, recorrieron 110 kilómetros y trajeron a la Tierra alrededor de 400 kilogramos de piedras y polvo lunar.

¿Qué fue del programa lunar de la Unión Soviética? Moscú siempre negó que su objetivo fuera llevar cosmonautas a la Luna. El impulsor y responsable técnico del programa espacial soviético, Serguei Koroliov, falleció en enero de 1966 cuando estaba al frente del desarrollo del lanzador ruso N-1, el equivalente soviético al Saturno V.

El N-1 era cerca de un 20 por ciento más potente que el Saturno V, pero tenía una gran complejidad, ya que contaba con 30 motores cohete que debían funcionar de forma sincronizada en la primera de sus tres etapas. Su primer despegue se efectuó el 4 de julio de 1969, poco antes de la misión Apolo 11, pero explosionó poco después de elevarse. En otras tres ocasiones tampoco funcionó, así es que una vez los astronautas norteamericanos ya se estaban paseando por la Luna, el desarrollo del N-1 fue cancelado en 1973.

¿Quiénes fueron los tres hombres que lograron la proeza del Apolo 11?
De izquierda a derecha, los tres tripulantes del Apolo 11: Neil Armstrong, Michael Collins y Edwin E. “Buzz” Aldrin (crédito: NASA).

El primer ser humano en dejar su huella en la Luna fue Neil Armstrong, comandante de la misión. Nacido el 5 de agosto de 1930 en Wapakoneta (Ohio), se graduó como piloto naval, durante la guerra de Corea tomó parte en 78 misiones de combate, pero resulto herido aunque después fue elegido piloto de pruebas del X-15.

Tras su ingreso como ingeniero civil en la NASA en 1962, fue el piloto de la misión Géminis VIII (1966), después fue seleccionado como comandante del Apolo 11 y ya no tuvo oportunidad de realizar una tercera misión al espacio. De carácter introvertido, ocupó diversos cargos en la NASA, de donde se retiró en 1971. Impartió clases de ingeniería aeroespacial en la Universidad de Cincinnati y falleció el 25 de agosto de 2012 a los 82 años.

El segundo hombre en pisar el satélite fue Edwin E. “Buzz” Aldrin, el piloto del módulo lunar “Eagle”, que vio la luz el 20 de enero de 1930 en Montclair (Nueva Jersey). Piloto de la Fuerza Aérea, combatió en la guerra de Corea en 66 misiones de combate y logró derribar dos MiG-15. Profesor de la escuela de pilotos de pruebas, ingresó en la NASA en octubre de 1963 y voló en la misión Géminis XII (1966). Era coronel cuando efectuó la misión Apolo 11, su último vuelo al espacio y se retiró de la USAF tras 21 años de servicio. En 1996 fundó en California la empresa Starcraft Boosters Inc. y es un activo defensor de viajar a Marte.

Michael Collins, el piloto del módulo de mando “Columbia” fue el único de los tres que no piso la Luna. Nació el 31 de octubre de 1930 en Roma (Italia), ingresó en la USAF y se convirtió en piloto de pruebas, con más de 4.200 horas de vuelo en su haber. Entró en la NASA en octubre 1963, participó en la misión Géminis X (1966) y era teniente coronel cuando participó en la misión Apolo 11, su segundo y último vuelo espacial. Abandonó la NASA en 1970 y la USAF con el empleo de general. Entre 1971 y 1978 fue el director del Museo Nacional del Aire y el Espacio de Washington.

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